El GEN considera una "irresponsabilidad" la construcción de una cuarta desaladora en Ibiza
Advierten de los "enormes costes de explotación" de las potabilizadoras
Ibiza
El grupo ecologista GEN rechaza de plano la construcción de una cuarta potabilizadora en Ibiza y la ampliación de las ya existentes. A pesar de que tanto el Govern, como el Consell Insular y los ayuntamientos de la isla coinciden en la necesidad de impulsar este proyecto para garantizar el suministro, los conservacionistas creen que es una "irresponsabilidad". Señalan en un comunicado que con las políticas actuales, las desaladoras, en lugar de reducir el consumo, lo favorecen aún más.
Asimismo, destacan que los costes económicos de explotación de las plantas son enormes y consumen combustibles fósiles. Así las cosas, según el GEN, ante la evidencia científica de posible colapso mundial debido al cambio climático, "apostar por el incremento de las emisiones de C02 es una locura".
Denuncian que se utilizan para desbloquear nuevos crecimientos urbanísticos en los municipios. Crecimientos que en ningún caso están justificados y que comportarán un empeoramiento de los problemas que ya sufre la isla. Destacan el proyecto urbanístico de Ca n'Escandell, que contemplan 532 viviendas públicas en la ciudad de Ibiza.
Por otra parte, destacan que obligar a las nuevas edificaciones a ser energéticamente eficientes y prohibir el uso de ajardinamiento con gran demanda hídrica tendrá un efecto ambiental positivo, es absurdo: agravarán los problemas existentes, en ningún caso los reducirán.
Para los conservacionistas, es imprescindible establecer un equilibrio entre los recursos disponibles y su uso. Pero dicen que en Ibiza, el equilibrio hace décadas que se ha roto por la falta de planificación; la escasa, cuando no nula gestión, y el descontrol de las administraciones públicas "que está conduciendo la isla al suicidio, al colapso ambiental y social.
Recalcan que la problemática del agua en Pitiusas es muy grave, que las administraciones, de acuerdo con sus competencias, deben emprender medidas urgentes, especialmente teniendo en cuenta el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica de Baleares que marca el consumo en la isla de por habitante y día, que en la actualidad es de 446 litros.
Recuerdan que Ibiza está en prealerta por sequía y Formentera se encuentra ya en situación de emergencia y ven sorprendente, las administraciones lejos de buscar soluciones para recuperar los acuíferos y cumplir con su deber social y con la Directiva Marco del Agua, en lugar de racionalizar los consumos y mejorar la calidad del agua, apuestan por el crecimiento continuado y la desalación en lugar de reducir las pérdidas en las redes de distribución de los municipios. Lamentan que no se hable decrecimiento como una parte de la solución a los problemas actuales.
Con este escenario, consideran que las desaladoras existentes deben considerarse como una solución provisional, "nunca como un punto de partida hasta un nuevo crecimiento de la demanda provocada por la incompetencia de los nuestros gobernantes. ¿Para qué, para quién la construcción de nuevas desaladoras? Para pagar entre todos el agua que estropean administraciones, usuarios y turistas, pobladores de segundas residencias y chalets con piscina?".
Concluyen que "incomprensiblemente, siempre se ponen los intereses económicos inmediatos y de una minoría por delante del interés general y de la sostenibilidad. Como si el territorio y los recursos naturales no tuvieran ninguna limitación y nos permitieran consumir y crecer indefinidamente.