La población mallorquina ya paga el impuesto ETS que navieras y transportistas repercuten a clientes

Palma

El encarecimiento del transporte de mercancías ya afecta a la cesta de la compra en Mallorca. Se cumple prácticamente un mes desde que, a partir del 1 de enero, entrara en vigor de una directiva europea sobre las emisiones de CO2 de los barcos, la ETS, con lo que este transporte se ha encarecido un 40%, según explica Ezequiel Horrach, presidente de la Agrupación Empresarial de Mercancías de Baleares. "Lo abonan las navieras, lo cual encarece el coste por camión, que, a su vez, lo traslada al cliente y lo termina pagando el consumidor en la tienda", ha explicado, matizando que es "inasumible" por los transportistas.

"Es un impuesto de descarbonización, que, además, es fluctuante cada trimestre. Llegará a ser del 100% porque siempre es ascendente. En total, entre todos los barcos que llegan al mes a los puertos de Mallorca, es un extra de dos millones de euros", ha explicado.

Esta normativa europea afecta a los territorios insulares del continente que superan los 200 mil habitantes, como es el caso de Mallorca. No se da precisamente en Canarias, región declarada como ultraperiférica. Horrach tiene claro que es un "agravio comparativo" y que la solución pasa por hacer lo propio con Baleares, "donde el coste de la vida es cada vez más caro".

"Esta desigualdad se traduce en problemas para que los transportistas quieran venir a Mallorca si cuentan con la opción de hacer otro trayecto, con más motivo, cuando el tacógrafo tiene que seguir en marcha aun estando el camión parado en el barco y eso implica tener un segundo conductor", ha relatado. Pone el ejemplo de un viaje Valencia - Madrid y Valencia - Palma, de distancia similar, pero siendo tres veces más caro el segundo.

"No se llegará al punto de tener problemas de desabastecimiento, pero sí de retrasos en el transporte de según qué mercancías, ya que hay que priorizar las perecederas", ha explicado, recordando que a este problema hay que sumar la complicada situación en el Mar Rojo, "que está provocando desvíos de barcos que ahora tienen que rodear el continente africano para llegar aquí, con el encarecimiento extra que supone".