Uno de cada seis adolescentes baleares tuvo su primer contacto con la pornografía a los ocho o nueve años

Palma

El 17,5% de los adolescentes de Baleares ha tenido su primer contacto con la pornografía a los 8 o 9 años. El director de esta investigación dela UIB, Lluís Ballester, doctor en Sociología y Psicología, ha señalado que "es un dato que está muy relacionado con un aumento del consumo y con un mal uso del acceso a internet".

Otros datos que resalta el Anuari de la Joventut de les Illes Balears, que recoge este estudio, es el consumo problemático. Ocurre en uno de cada cuatro adolescentes de Baleares. "Esto se refleja en indicadores como el querer dedicarle menos tiempo, pero ser incapaz de ello; dejar de hacer otras actividades de ocio, educativa o labores para consumir pornografía o entrar en estado de ansiedad si no se consume a lo largo del día", ha explicado. El consumo problemático medio es del 19%; el alto, del 7%. "Hablamos de, como mínimo y sin ninguna duda, de 14.000 chavales con un consumo problemático, demasiado alto", ha agregado.

Las consecuencias, también en aumento

En cuanto a las consecuencias, el estudio determina tres claras y preocupantes: un descontento con el propio cuerpo, "que viene determinado por una percepción falsa de la realidad"; un aumento de las enfermedades de transmisión sexual, y un crecimiento de las prácticas agresivas. "Nunca se había registrado tantas labioplastias o intervenciones de alargamiento de pene", ha concretado. Igualmente, ha indicado que "en el porno no aparecen preservativos, y ese es mi sexo de referencia y no se usa, ¿por qué lo voy a usar yo?"

Otra de las consecuencias es el aumento de la violencia machista. Ballester, recordando lo que acredita la propia policía o la Fiscalía de Menores, ha señalado que "el incremento de delitos sexuales de adolescentes solo se puede explicar mediante la pornografía".

El papel de los centros y las "contradicciones" de las administraciones

La solución para reducir estas cifras, así como para evitar que un mal uso de la emergente Inteligencia Artificial, pasa por un "trabajo constante en educación digital y en la afectivo-sexual que sacien esa curiosidad, no mediante charlas esporádicas".

En lo que al profesorado respecto, el presidente de la Asociación de Directores de Secundaria, Joan Ramon Xamena, está de acuerdo en estas vías. El problema se da cuando, en materia de educación afectivo-sexual, el Govern y determinados partidos no son partidarios de que prime la enseñanza en los centros sobre la privacidad de las familias, "como ocurre en Murcia con el pin parental, que habrá que ver en qué queda aquí".

"Tienen que aclararse. Los centros no pueden ser siempre los culpables de todo. De no dar una educación afectivo-sexual y, al mismo tiempo, de darla", ha lamentado.