Luz verde a la misión espacial LISA que avanza hacia la construcción del primer observatorio de ondas gravitacionales
Una veintena de investigadores de la Universidad de las Islas Baleares participa en este proyecto
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Palma
La Agencia Espacial Europea ha dado luz verde a la misión espacial que prevé poner en órbita una antena espacial, formada por tres satélites que seguirán a la Tierra, a mediados de la década del 2030. Se trata de un proyecto que cuenta con la participación de la Universidad de las Islas. El objetivo es tener más conocimiento sobre el inicio, la evolución y la estructura del universo.
En total, participan 20 investigadores del grupo de física gravitacional que lidera la doctora Alícia Sintes.
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La siguiente fase pasará por la construcción de tres satélites que seguirán la órbita de la Tierra alrededor del Sol y formarán un triángulo equilátero en el espacio. Cada lado del triángulo tendrá una separación de 2,5 millones de kilómetros, son más de seis veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
La idea es que un solo cohete despegue en el año 2037 y que despliegue tres satélites que tardarán un año en posicionarse y crear este triángulo. Estarán conectados mediante rayos láser y la misión prevé alargarse durante cinco años.
Este proyecto, conocido como LISA, permitirá detectar la radiación gravitatoria en un campo todavía no explorado por los detectores terrestres. De esta forma se podrán sondear ondas de fusiones y colisiones de agujeros negros de galaxias lejanas todavía desconocidos.
El grupo de trabajo de la UIB trabaja gracias a los fondos europeos y de la 'ecotasa' en dos proyectos para la exploración del universo y el estudio de las ondas gravitacionales.