Vecinos de la discoteca Amnesia presentarán una denuncia penal contra el gobierno de Sant Antoni si no toma medidas para acabar con el exceso de ruido en la zona

Ibiza

La Asociación de Vecinos de es Fornàs ha enviado un escrito al Ayuntamiento de Sant Antoni en el que anuncian que presentarán una denuncia penal contra el gobierno local si no exige a los responsables de la discoteca Amnesia que cumplan con la legalidad cuando vuelvan a abrir puertas la próxima temporada. También se han dirigido al Consell Insular reclamando medidas para evitar que la propiedad del establecimiento siga actuando con total impunidad.

Y es que las personas que viven en las viviendas cercanas dicen que llevan desde 2022 soportando toda clase de molestias, desde el exceso de ruido al impacto lumínico que genera el local. Una situación que ha provocado que algunos vecinos hayan necesitado tratamiento médico para poder descansar.

Desde la asociación resaltan que mantuvieron una reunión con el alcalde de la Villa de Portmany, Marcos Serra, que les aseguró que iba a exigir la insonorización de la discoteca. Pero también han hablado con los trabajadores del local que afirman que para este invierno está previsto cambiar el suelo del establecimiento pero no insonorizarlo.

Asimismo, relatan que en ese encuentro con el gobierno local informaron que se había llevado a cabo una medición acústica, pero no se facilitaron los resultados, y se les pidió que hicieran lo mismo desde sus casas, algo que hicieron una treintena de vecinos. Al día siguiente de presentar los datos en el Consistorio, los responsables de la discoteca se presentaron en todas estas viviendas, "lo que evidencia que tenían información directa de la corporación local". Por eso dicen que no se quieren exponer "a un posible chantaje o coacción por parte de los que incumplen la normativa".

Lamentan que desde el año 2022, vecinos de Sant Rafel llevan denunciando flagrantes incumplimientos de la normativa ambiental y de actividades y que la única medida adoptada fue el precinto de los equipos lumínicos al final de la pasada temporada. Tampoco en el cumplimiento de los horarios de cierre, ya que aseguran que de forma habitual los vecinos que van a trabajar o los menores que van al colegio se encuentran en varias paradas de autobús a clientes de la discoteca borrachos en un estado lamentable y bajo el consumo de drogas. Advierten de que se está normalizando el consumo de alcohol y sustancias estupefacientes delante de los ojos de los escolares.

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En el escrito enviado al Consell hacen constar también los efectos que se producen en el aparcamiento del local y sus accesos con ruido constante, gritos y peleas durante todas las noches. Además, denuncian el exceso de aforo sin que haya un control que debería ser obligatorio.

Por todo ello piden que se articulen las medidas necesarias para que las administraciones tengan la capacidad de actuar y que algunas empresas no sigan operando con total impunidad.

Los vecinos se reunieron el pasado mes de julio con la dirección de la discoteca y dicen que en ese encuentro les anunciaron la realización de una nueva fase de insonorización. Sin embargo, aseguran que a día de hoy no se ha presentado proyecto alguno en el Ayuntamiento de Sant Antoni, a pesar de que desde el gobierno local han mostrado su disposición a tramitarlo de manera preferente.