La comunidad educativa de Baleares cierra el curso 22-23 "preocupada" por conocer la dirección de Educación

Palma

El respeto y protección de la lengua catalana es uno de los retos del próximo curso escolar una vez ha finalizado el de 2022-2023. La FAPA, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Mallorca, ha subrayado que la normativa señala que los estudiantes deben dominar las dos lenguas cooficiales.

La vicepresidenta, Cristina Conti, ha explicado que "eso implica un refuerzo del catalán en las aulas para compensar el extendido uso del castellano fuera de ellas". Del mismo modo lo ve Joana Maria Mas, presidenta de ADIPMA, los directores de Primaria de Mallorca, quien lamenta "las falsas críticas de que se manipula y se discrimina en los centros escolares en función del idioma".

"Pediría a los políticos que tengan algún problema con la lengua catalana que, antes de lanzar críticas contaminantes, se acerquen a las aulas y comprueben cómo son tratados los alumnos y cuál es el nivel de un idioma y otro", ha señalado. Por eso ha reclamado que, "de una vez por todas, se realicen informes y estudios por parte de técnicos neutrales para conocer cómo de extendidas están ambas lenguas en los hogares de los alumnos".

Por otro lado, ha explicado que los profesores y directores están esperando a ver quién se encargará de la conselleria d'Educació una vez se conforme próximamente el nuevo Govern. Entiende Mas que en función del color que la dirija, se pondrán en entredicho más o menos cuestiones actuales sobre la enseñanza pública de las Islas.

"Cuestiones que preocupan, como esa afirmación de que «cada familia es libre de matricular a sus hijos donde quiera», cuando eso ya es real a día de hoy. Preocupa, por ejemplo, que los padres elijan si sus hijos participarán o no en actividades extracurriculares como charlas sobre la droga, diversidad sexual o violencia de género. Nos preocupa también cómo se abordará la diferente tipología de alumnos de cada centro y qué soporte tendrá la Educación Pública a partir de ahora. Son muchas cosas", ha enumerado.

Con todo, tanto Conti como Mas tiene claro que ha sido un buen curso escolar el que ya se ha cerrado, que ha dejado como aspectos positivos la aplicación de la LOMLOE y la vuelta a la normalidad tras la pandemia.

El camino ahora, junto a mantener las mejoras logradas, pasa por afrontar retos como seguir ampliando la gratuidad de 0 a 3 años, también las ayudas para el comedor escolar. Igualmente, la climatización de las aulas es un reto importante, ya que, como ha señalado Conti, "ni mucho menos está garantizada en todos los centros educativos y es imprescindible para muchos, en función de la época del año o de su orientación y construcción".

Y si aún no está decidido qué fuerza política se encargará de la conselleria d'Educación, en el aire está también qué pasará con la Ley de Educación de cara a las elecciones generales del 23 de julio. En este sentido, Mas no cree, ni desea, que haya tiempo para modificar nada antes de septiembre. "Por desgracia, la administración es bastante lenta y, salvo que vengan con el decretazo por delante, no dará tiempo a derogar ni impulsar nada antes de comenzar el curso. Pero tampoco quiero afirmarlo contundentemente", ha subrayado.