2-2 Final cruel para la UD Ibiza en Anduva

Ibiza

Ha sumado el Ibiza en Anduva, el campo del Mirandés, pero cuando tenía la victoria en el zurrón se le han escapado dos puntos de oro en la lucha por la permanencia que ahora queda a nueve. El equipo ibicenco ha vuelto a marcar dos goles a domicilio, pero no ha sabido guardar la ventaja adquirida en dos ocasiones, por errores defensivos y eso que ha tenido bajo palos a un Fuzato vestido con la capa de Superman con paradas de todas las clases y estilos. Habrá que seguir peleando, pese a la decepción que ha provocado el tanto de Barbu en el descuento en una acción no exenta de polémica por una posible falta a Martín.

Al Ibiza se le ha puesto el partido de cara muy pronto. Solo se habían jugado tres minutos cuando Serrano intentó un pase en profundidad, un mal despeje de un zaguero del Mirandés permitió una acción de calidad, Julis castigó el error al primer toque asistiendo a Herrera que llegaba de cara desde 30 metros no se lo ha pensado y ha golpeado con su pierna zurda y la pelota se ha ido disparada al fondo de la portería pegada al palo. Un gran gol.

Los visitantes bien plantados sobre el césped de Anduva, con un solo cambio en el once inicial, Herrera por Suleiman se ordenaron detrás del balón, ante un equipo que en su feudo es un hueso duro de roer. . Asfixia con su presión, recupera rápido la pelota y busca hacer daño por las bandas con centros laterales o filtrando pases por dentro. Los centrocampistas de la UD batallaban bien y buscaban algún robo para volver a sorprender y los hombres de ataque ayudaban en tareas defensivas a la espera de otra contra. Julis estuvo cerca con un toque con clase con el exterior pero su disparo desde fuera del área no encontró portería.

El Mirandés tenía más la pelota, y cargaba el juego por su banda izquierda donde Coke, más errático en las entregas, tenía que acudir una y otra vez en ayuda de Fran Grima, aunque los centros laterales no generaban peligro. La primera acción peligrosa local fue un zapatazo de Roberto López desde la frontal con vuelo espectacular de Fuzato para andar el balón a córner y a renglón seguido un indecisión de la defensa ibicenca estuvo a punto de aprovecharla Raúl, pero con todo a su favor disparó alto. Y tuvo el Ibiza otra acción diáfana para ampliar renta, un saque de portería de Fuzato dejó a Herrera encarando en solitario la portería, y con todo a su favor el atacante canario quiso colocar y remató fuera. No se deben perdonar ocasiones así.

El dominio local se intensificó en la recta final del primer tiempo y el Ibiza no tapaba bien algunos pases por dentro. En una de esas acciones, Fuzato estuvo otra vez salvador, con una mano providencial a disparo de Raúl García. Tuvieron los visitantes un par de contras que quedaron en nada por no elegir bien en los metros finales y a los 41 minutos el Mirandés empató en una acción muy desafortunada de la defensa del Ibiza. Javi Vázquez se dejó comer la tostada en una disputa junto al banderín por falta de contundencia y dejó que Juanlu progresara en solitario por la línea de fondo y centrara raso, para que Raúl pusiera el pie entre cuatro defensas y colara el balón entre las piernas del portero ibicenco. El tanto premiaba el empuje de los locales y caía como un jarro de agua fría para el Ibiza.

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Los ibicencos tuvieron una última ocasión en el primer tiempo con un saque de esquina que cabeceó Martín y sacó un defensa y Serrano era amonestado por una dura entrada antes del descanso.

Y en la reanudación salió mucho más enchufado el Mirandés que generó ocasiones claras desbaratadas una y otra vez por un sensacional Fuzato, un porterazo con todas las letras. Alcaraz buscó tener más control y toque en el medio campo dando entrada a la vez a Diop, Isma Ruiz y Alarcón. Y tuvo un par de llegadas, una diáfana con en un doble remate de Ekain y Diop. Antes de que en el minuto 77, Diop se sacara de la chistera un derechazo desde la frontal que se coló por toda la escuadra. Otro gol de dibujos animados por segunda jornada consecutiva.

Tocaba resistir el tramo final y Alcaraz sacó a otro central, Mauro, para protegerse mejor con defensa de cinco. Y el Ibiza no sufrió hasta ese último minuto de descuento en el que volvió a pegar de ingenuidad donde hace falta contundencia, en su propia área y lo castigó el Mirandés con un gol fatídico. Todavía hay esperanza, pero no se pueden hacer regalos cuando se necesitan victorias.