2-2. La UD Ibiza no sabe mantener su renta en Andorra

Ibiza

La UD Ibiza se ha dejado dos puntos vitales en Andorra en un encuentro que se le puso de cara en el primer tiempo con una renta a su favor de dos goles, pero que se esfumó en los últimos 20 minutos cuando los locales dejaron de lado tanto pase corto que no conduce a nada y miraron con decisión la portería rival. La sensación de solidez y seguridad que había dado el equipo ibicenco en defensa se evaporó y el botín final vuelve a ser exiguo. La salvación ya solo está en la mente de las personas con optimismo antropológico.

El guion del partido era previsible, al fútbol se juega con un solo balón y estaría casi todo el tiempo en posesión de jugadores del Andorra. Dicho y hecho, desde el pitido inicial. Así que los de Alcaraz, con Morante en la medular y Ekain arriba como novedades en el once titular se ordenaron en dos líneas de contención para cerrar huecos. Y lo que ocurrió muy pronto era menos previsible, un acercamiento ibicenco acabó en saque de esquina que botó Morante y Coke, que tiene imán para rematar los centros bombeados al área puso la cabeza con valentía y mandó el balón al fondo de la portería de Ratti. El Ibiza volvía a sacar petróleo de las jugadas a balón parado.

Y con el viento de cara a los siete minutos el conjunto ibicenco se aferró todavía más a su planteamiento, impedir que el Andorra pudiera combinar por dentro, evitar asociaciones o paredes y provocar que todo el juego se desarrollara por fuera. Y los futbolistas del Andorra cayeron en la trampa una y otra vez en el primer tiempo. El equipo que entrena Sarabia lo fía todo al pase, al toque, pero a veces abusa tanto que cuando sus jugadores están en posición de extremo para centrar vuelvan a iniciar diagonales por dentro para asociarse con un compañero en lugar de intentar un remate. Así una y otra vez y aunque los laterales ibicencos sufrían en el uno contra uno, los ataques del Andorra acababan en remates.

El Ibiza tuvo que introducir un cambio muy pronto, Joseda que había sufrido una dura entrada de Orellana en los compases iniciales, tenía que dejar su puesto por lesión a Fran Grima. Y de inmediato, otro zarpazo ibicenco, en un centro al área de Morante, remataba Herrera y la pelotaba golpeaba en la mano de González. Como suele pasar en estos tiempos, el colegiado dejó seguir, mientras en la sala VAR miraban una y otra vez la jugada, hasta que el árbitro decidió visionarla y pitó penalti. Ekain no falló desde los once y el Ibiza adquiría una renta cómoda.

Durante todo el primer acto los de Alcaraz apenas sufrieron, solo una mano salvadora de Fuzato y un tiro de Orellana desde la frontal en la única acción peligrosa por dentro del Andorra asustaron a los ibicencos, que se mantenían sólidos y rocosos atrás en pleno chaparrón de agua y granizo.

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Con ese resultado se llegó al descanso y en la reanudación, Alcaraz optó por quitar a Herrera, que apenas tenía incidencia en el juego para poner más cemento en la medular con Appin y quiso evitar riesgos en el lateral izquierdo dando entrada a Javi Vázquez por Escobar que había visto una amarilla al final del primer tiempo.

Así que todo a expensas de la solidez atrás del conjunto ibicenco en la segunda parte. Y pareció que el guión sería parecido, porque el Andorra seguía con su recital de pases sin amenazar en exceso, aunque todo el juego se desarrollaba en las inmediaciones del área ibicenca. Hasta que Sarabia movió su banquillo y la entrada en escena de Bundu y Bakis revolucionó el ataque local que ya no era tan plano y previsible sino mucho más vertical y sobre todo con acciones culminadas con remates. Bundu se topó con el larguero tras un centro de Carlos Martínez y poco después Bakis en semifallo y libre de marca, tras una asistencia de Bundu despistaba a Fuzato para meter al Andorra en el choque.-

En esa fase todo era aguantar como fuera, pero quedaba demasiado partido Mauro había entrado en el campo sustituyendo a Ekain que también se fue renqueante. Era cuestión de tiempo que llegara el empate y lo logró Albanis tras una asistencia de Vilanova. Y pudo ser peor para la UD en los compases finales en los que el Andorra pudo lograr el tercero. Los visitantes fiaron su suerte al empeño defensivo durante todo el segundo tiempo, no quisieron saber nada de la pelota y lo pagaron con un empate que sirve para poco a estas alturas de kla competición