"Hay niños de cuatro años que ya saben decir 'no' a dar un beso"
Acabar con el miedo, la culpa o la vergüenza del abuso sexual infantil son objetivos con los que trabaja la Fundación RANA

El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Palma
Acabar con el miedo, la culpa o la vergüenza del abuso sexual infantil. Es uno de los principales objetivos con los que trabaja la Fundación RANA, en la prevención y en la detección desde el colegio o incluso en las actividades extraescolares. Según los últimos datos del Registro Unificado de Maltrato Infantil, durante el año pasado se recibieron en las Islas 950 avisos por posibles casos de abuso sexual. Una cifra que duplica los datos de 2019, año anterior a la pandemia.
Los datos, además de incrementarse, muestran que en 2020 supuso que muchos menores tuvieron que convivir con el abusador en el confinamiento. En ese sentido, desde la Fundación RANA han puesto en marcha una campaña para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de visibilizar los abusos sexuales a menores.
Patricia Moliné, formadora de la Fundación RANA, insiste en que trabajan para que los niños y niñas pierdan el miedo a enfrentarse a ello y a saber decir "no" a una persona que es un familiar. Asegura que desde edades muy tempranas, desde los cuatro años, hay menores que expresan sus sentimientos y no quieren que les besen o se sientan obligados a dar besos.
Desde la Fundación RANA defienden que durante la pandemia no han descansado en la prevención. Con el cierre de los centros escolares se ha demostrado la importancia que tienen todos los agentes en ese sentido. Moliné echa en falta los protocolos de actuación en los centros deportivos o en las actividades extraescolares. Por ello, asegura que trabajan en la formación de los monitores y educadores de tiempo libre para actuar en el momento de que se detecte un caso.
Destacan además que la familia debe ser el amparo, pero a su vez es el entorno familiar es donde se producen la mayoría de los abusos, en el 85 por ciento de los casos.