2-0. La UD Ibiza también paga en Burgos su falta de ideas en ataque
Mejoría en el juego de los celestes, aunque sigue la inocencia en el área rival
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Imagen de un lance del choque ofrecida por La Liga / Cadena SER
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Ibiza
La UD Ibiza tampoco ha sumado en Burgos en el debut de Anquela en el banquillo. Son ya cuatro jornadas sin puntuar y aunque en El Plantío se ha visto mejoría en el juego, más orden sobre el césped y como pide su entrenador se ha competido, lo cierto es que sigue siendo una rémora la falta de ideas cuando se llega a las inmediaciones del área rival. Y en las contadas ocasiones que se generan, los remates son inofensivos y ni siquiera obligan a intervenir a los porteros que tienen enfrente los celestes. Anquela tiene trabajo para recuperar la confianza de sus futbolistas de ataque. El Burgos ha tenido bastante con un gol tempranero, porque a partir de ese momento ha puesto un candado y un bosque de piernas en su campo y lo ha rematado en los compases finales. El Ibiza ha tenido el control y ha sufrido un castigo excesivo por lo que se ha visto durante el encuentro, pero en el fútbol se gana cuando eres resolutivo en ataque y aquí está la asignatura pendiente. Lo que tampoco se arregla es la candidez defensiva en jugadas puntuales que cuestan goles. Como en otras jornadas todo se resume en un quiero y no puedo. De momento esto es lo que hay.
Había interés por ver el primer once de Anquela que rescató a Goldar del ostracismo en el centro de la defensa, mantuvo a Diop, Morante y Appin en la medular y Castel fue la novedad en ataque con Herrera y Nolito en las bandas.
Cuando necesitas ganar confianza en los partidos, lo que debes impedir a toda costa es verte por debajo en el marcador nada más empezar el choque. Pero la teoría no siempre se puede poner en práctica. Solo se habían jugado cuatro minutos cuando una buena maniobra de Raúl Navarro por la banda derecha del ataque burgales dejaba un centro raso al punto de penalti y Mourad se anticipaba a los centrales ibicencos y mandaba el balón a la red ante un vendido Fuzzato. Todo el plan inicial se venía abajo y tocaba picar piedra ante un equipo, muy ordenado, que muerde en la medular, que no tiene agujeros en defensa con un Elgezabal inmenso y con el muro Caro bajo palos.
Así que el Ibiza intentó desarmar todo ese entramado, con paciencia, pero moría una y otra vez al llegar a las inmediaciones del área. Faltaba más velocidad en la circulación para desordenar a un equipo que no tiene empacho en defender con todo el bloque en su campo. Los ibicencos intentaban hacer más grande el campo con las subidas de sus laterales, pero los centros de Coke o de Escobar no encontraban nunca rematador y si los guantes de Caro. En ese tipo de escenarios, de partidos tan cerrados, las jugadas a balón parado pueden ser la tabla de salvación, pero tampoco en los saques de esquina aparecía una cabeza ibicemca para rematar.
Así que todo el primer tiempo transcurrió con posesión ibicenca, con un equipo mejor posicionado para evitar las contras rivales, solo en una acción Bermejo remató al exterior de la red, aunque sin generar ocasiones de gol ante el marco contrario. El Burgos cortaba cualquier acción que pudiera generar problemas con faltas sin importarle mucho que sus centrocampistas vieran la tarjeta amarilla. Así se llegó al descanso con un Ibiza que tuvo más balón, pero no generó peligro.
La segunda mitad arrancó con el Ibiza más ofensivo. El VAR le anuló un gol a Castel que había concedido el colegiado por un fuera de juego previo de Apin en la jugada. La réplica local llegó en una buena triangulación de Valcarce, centro de primera de Borja y remate alto de Mourad que había vuelto a ganar la posición a Gálvez.
Durante buena parte del segundo tiempo se ha jugado con 21 futboluistas en el campo burgalés. Los locales defienden con once si hace falta, tapando huecos e impidiendo que los rivales puedan combinar. Y los pocos despistes que tienen en defensa no ha sabido aprovecharlos el Ibiza. Cristian Herrera no ha sabido aprovechar un mal despeje de Fran por un mal control y después ha pifiado un remate en buena posición. Y el drama ibicenco en esta fase de competición son las jugadas de estrategia, no hay manera de rematar un córner o un lanzamiento de falta. Así que los minutos pasaban en un quiero y no puedo ibicenco y en la defensa a ultranza del Burgos que apenas pisaba campo contrario.
Anquela buscó más mordiente en los últimos 20 minutos con la entrada de Ekain y Darío, que suplieron a un Nolito que pasó de puntillas por el choque y Castel que tampoco dispuso de ocasiones. Pero el guión no varió. De hecho con un Ibiza más volcado los remates peligrosos fueron locales sin acierto de Elgezabal y Artola. Hubo más cambios , entraron Suleiman Bogusz y Miki Villar en los compases finales. Se intentó con la misma falta de clarividencia en ataque. Y con el tiempo cumplido sentenció el Burgos con un remate de Artola. Demasiado castigo porque a los puntos no fue inferior la UD, pero su juego aseado muere una y otra vez en la zona de tres cuartos o se diluye en centros laterales sin remate. El gol es a estas alturas de la temporada un premio que parece inalcanzable para la UD. Y si no chutas entre los tres palos es imposible ganar partidos, por mucho que compitas. Y hay que arreglarlo con urgencia porque ya se empieza a estar cerca de la UCI.
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Joan Tur
Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos Ibiza. Desde la década de los 90 en la cadena. ...