Distribuidores y pequeños comerciantes piden una bajada del IVA de productos básicos
Los pequeños comerciantes también se muestran en contra de la propuesta de pactar precios máximos con las grandes superficies
Distribuidores sobre precios
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Palma
Los distribuidores de las Islas reclaman al Gobierno central subvenciones directas para reducir el impacto de la inflación en las Islas, al que hay que sumar los costes de transporte por traer los productos de la península. Limitar el precio de productos básicos, lo ven imposible y consideran que es querer crear falsas expectativas. Los pequeños comerciantes también se muestran en contra de la propuesta de la vicepresidenta Yolanda Díaz de pactar precios máximos con las grandes superficies.
El presidente de los distribuidores en las Islas, Bartolomé Servera, explica que los empresarios creen que la única forma de conseguir reducir el impacto sobre las economías domésticas es, o bien, ayudas directas, o bien reducir impuestos de forma temporal. .
Toni Fuster, presidente de PIMECO, también se muestra en contra de la propuesta de fijar precios máximos. Dice que no tienen margen de bajar los precios igual que las grandes superficies y que les supondría salir a trabajar en pérdidas.
Basta salir a la calle y hablar con los comerciantes en primera persona y todos están en contra de limitar los precios a los productos básicos.
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Melchor regenta una frutería en el barrio de Es Fortí. En una frase resume el motivo por el que los pequeños comercios no pueden competir con los grandes supermercados. En su caso, venden productos locales y frescos. Y eso tiene un cuidado especial. Las neveras funcionan todo el día. El gasto en las facturas de la electricidad se les han duplicado. Ahora mismo, están pagando alrededor de mil euros solo por la luz, antes rondaban los 350. Ese incremento tiene consecuencias.
Joana Maria es dependienta de un horno centenario en la zona. Un pequeño comercio, de cada vez, más ahogado. Ahora mismo, tienen la barra de pan a un euro cincuenta. Tendrían que venderla a dos euros para poder tener un beneficio adecuado.
Lo mismo ocurren en esta pescadería, donde su propietaria explica que el suyo, es un producto muy difícil a la hora de limitar, si se quiere, el precio.