Comienza la demolición de Casa Lola tras desalojar a 70 turistas del complejo ilegal
Tres personas han sido detenidas por resistencia a la autoridad
Ibiza
Doce años después de que el Ayuntamiento de Sant Josep decretara la ilegalidad de las obras del complejo turístico Casa Lola han comenzado las obras de demolición. Una operación que se ha saldado con tres detenciones y que ha necesitado un importante dispositivo integrado por 25 guardias civiles y seis policías locales. Dentro había 70 turistas alojados en las viviendas del complejo
Ha tenido que ser un cerrajero quien abriera la puerta de entrada, porque a la hora en la que estaba prevista que se pusiera en marcha el dispositivo seguía cerrada. Los dos vigilantes que estaban en el interior comentaban que carecían del mando para poder abrir el complejo. A partir de aquí, la empresa contratada por la demolición ha empezado a cortar los suministros de agua y luz y poco después ha entrado la primera excavadora. Mientras que las fuerzas de seguridad instaban a los turistas a salir de las diferentes edificaciones, teniendo que forzar las puertas porque también estaban cerradas.
En esos primeros momentos se han producido tres arrestos de dos trabajadores y un turista. Han accedido vehículos de la Benemérita y de la Policía Local al complejo y también vehículos de la empresa que se encarga de la demolición.
El alcalde de Sant Josep, Ángel Guerrero, que ha estado presente en el operativo, dice que esta jornada marca "un antes y un después en materia de legalidad urbanística". Ha reconocido que se ha tenido que desplegar una "operación compleja y muy complicada" hasta llegar a este desenlace.
Guerrero ha lamentado que la propiedad mantuviera hasta el último momento su estrategia de obstrucción, llegando a alquilar las viviendas en lo que entiende que puede constituir "un delito de estafa". El primer edil ha señalado que "se ha echado en falta" la presencia de los inspectores de turismo del Consell, "porque sabían que se iba a desarrollar esta operación.
Está previsto que los trabajos de demolición se prolonguen dos semanas. Se mantendrá en todo este tiempo un dispositivo policial de vigilancia y no se descarta recurrir a la seguridad privada. Lo que tiene que derribarse son doce edificaciones, tres piscinas, porches, terrazas y hasta un depósito de agua. En total, unos 2.000 metros cuadrados de construcciones ilegales. Y eso no es todo, quedan fueran otras edificaciones ilegales que se han levantado en el complejo, como una discoteca que ahora tendrán que ser objeto de otro expediente de disciplina urbanística.
Joan Tur
Redactor Radio Ibiza SER y jefe de SER Deportivos Ibiza. Desde la década de los 90 en la cadena. ...