Capítulo 8. Serie Menorca talayótica

Una de las mejores maneras de acercarnos a los secretos de la Menorca talayótica es hacerlo con la mirada de un niño. Con esa curiosidad por saber que no dista mucho de la de los arqueólogos que, a lo largo de los años, han trabajado para que hoy, al acercarnos al Museo de Menorca, podamos interpretar con mayor detalle cómo era la vida en la Menorca de hace miles de años.

Un nombre en femenino marca el inicio moderno de la prospección arqueológica en Menorca. 

Todo lo que suponen piezas que ayuden a interpretar la Menorca talayótica y lo que todavía no sabemos de aquellas personas que vivieron ese tiempo, son un tesoro. Y por ese mismo motivo, también se convierten en víctimas de posibles expolios.

Las propias características de la isla, que se convierte en lugar de paso por parte de diferentes civilizaciones, ya fuera por piratería o por comercio, también han dejado una huella que se encuentra debajo del agua turquesa de sus costas.

Una densidad tan elevada implica una gran cantidad de equipos que trabajan actualmente en Menorca. Pocos, sin embargo, si tenemos en cuenta el alcance de las posibles investigaciones que se podrían hacer. Simón Gornés nos recuerda algunas en las que existe una colaboración local con investigadores que vienen de fuera de la isla para estudiar la Menorca talayótica.