Martín Baeza Rubio: "El Mesías es mucho más que el Aleluya final"
El maestro albaceteño dirigirá este viernes a la OSPA y al Coro de la Fundación Princesa de Asturias en el tradicional concierto de Navidad
Asturias
El Coro de la Fundación Princesa de Asturias, acompañado por la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) y dirigido por Martín Baeza-Rubio, interpretará 'El Mesías', de Haendel, este viernes, en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, a las 20 horas.
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Este concierto de Navidad contará además con la participación de la soprano Pilar Alva Martín, el contratenor Arnaud Gluck, el tenor Alberto Palacios y el barítono Christoph Filler, quienes darán vida a esta obra dividida en tres partes que configuran el año litúrgico, pasando por todas las etapas de la vida y muerte de Cristo con el apoteósico final del Aleluya.
"La versión de El Mesías cambia cada año"
Desde 1985, el Coro de la Fundación ha interpretado esta obra en sesenta y cuatro ocasiones y en esta edición será el maestro y trompetista albaceteño Baeza Rubio quien maneje la batuta ante un concierto que siempre es diferente. "Siempre son versiones diferentes y cada una tiene su gracia. Cada año es con la OSPA y con el coro, pero el ensayo de ayer es diferente a lo que haremos el día de la actuación por las sensaciones y la alegría con la que se vive cada concierto. El fraseo es otro. Es lo bueno de la música, que de lo que el compositor compone a lo que se plasma, hay intermediarios, que en este caso son los intérpretes. Versiones siempre distintas a las del año anterior, sin ser mejores o peores. Todas son buenas porque se disfrutan en cada momento a su manera".
El director invitado para esta ocasión insiste al afirmar que 'El Mesías' "es mucho más que el Aleluya final, y está convencido de que si Haendel levantara la cabeza estaría contento de lo que se ha hecho con su obra. Ha cambiado mucho, siempre en positivo. Partiendo de los instrumentos. Son los más originales posibles, pero siendo copias respecto a lo que tenían en aquella época. La calidad de los instrumentos, en la mayoría de los casos, quitando por ejemplo los de cuerda, son muy distintos a los de entonces. Si Haendel escuchara hoy en día lo que estamos haciendo pensaría que suena de maravilla".
Más de 1.000 localidades vendidas para escucharlo en el Auditorio Príncipe Felipe, en una de las versiones más cercanas a la partitura original. "En el barroco había muchos huecos para que el intérprete aportara su grano de arena a la versión. Siempre se pueden añadir cosas de lo que uno quiere hacer o siente en ese tema. Hay más posibilidades que en otros estilos, pero hay que ceñirse a la partitura. Yo, en mi versión, estoy intentando ser lo más fiel al autor, al original, pero cada uno tiene la suya propia", remata Baeza Rubio.