El Sporting se sigue desinflando

Gijón

Entre lanzamientos de dardos y observación de flechas, el globo del Sporting ha pinchado. La fuga de aire ya es evidente. La derrota en Lezama con el Amorebieta, contra el colista, goleado y casi humillado, vuelve a dejar en evidencia a un equipo inoperante a domicilio, que gana con lo justo en casa. No metía el Amorebieta dos goles en un partido desde el 18 de noviembre, cuando le ganó en Lezama al Tenerife; al Sporting le metió tres, algo que solo había logrado en la tercera jornada, contra el Andorra. Un domingo terrible, de enorme chasco para la Mareona. El equipo gijonés queda tocado, porque llueve sobre mojado.

¿Hay motivos para el optimismo con el Sporting? Sí: la clasificación. Aunque ejerciendo últimamente de Guadiana, apareciendo y desapareciendo del playoff en función de que juegue en casa o fuera, el equipo sigue posicionado para aspirar a todo. Está ahí, aunque es verdad que son once equipos (la mitad de la categoría) los que están ahí, dada la igualdad de esta temporada. Casi podría decirse que lo difícil es no estar en ese pelotón, pero el Sporting está en la pelea.

¿Hay motivos para la preocupación con el Sporting? Sí. Casi todo menos la clasificación. La humillante derrota con el Amorebieta, la dinámica, las sensaciones, la endeblez defensiva, el sempiterno problema en ataque, la sensación de agotamiento, la falta de soluciones por parte del entrenador, los cuatro fracasos consecutivos fuera de casa... El equipo se aferra a El Molinón, donde ha ganado los dos últimos partidos, pero sin olvidar contra quiénes y cómo: a dos equipos que pelean por salvarse, como Albacete y Alcorcón, al primero pidiendo la hora pese a que el rival jugaba con diez y con el segundo de penalti y entre pitos de su afición. El equipo, indiscutiblemente, está mal. Aceptablemente bien clasificado, pero en clara caída.

Como muestra, un botón. Si la Liga hubiera empezado en enero y no en agosto, el Sporting estaría más cerca del descenso que del ascenso. En la clasificación de la segunda vuelta (de la que ya se han disputado 12 jornadas) el equipo gijonés sería décimo cuarto, con solo 14 puntos. Curiosamente el Cartagena (que era colista al término de la primera vuelta) sería colíder de esa tabla, empatado con el Elche, ambos con 23 puntos. De los ocho primeros clasificados en el ecuador de la competición, solo el Racing de Ferrol empeora los números del Sporting en esta última fase. Muchos de los rivales directos están mal, pero el Sporting numéricamente está peor que casi todos los demás.

Urge encontrar soluciones, porque el sportinguismo ya empieza a temerse que se pueda escapar una oportunidad de oro para salir del infierno de la Segunda. Y no vale ampararse solo en aquel buen Sporting de la primera vuelta, porque igual que los partidos duran noventa minutos (ahora más bien 100), la Segunda División dura 42 jornadas. Y lo importante no es cómo se llega a Navidad, sino cómo se llega al verano.