El Sporting regresa al playoff tras una victoria nada lustrosa

Gijón

Tres puntos y para casa, a dormir en playoff. En uno de los partidos más tediosos en mucho tiempo, con El Molinón fibrilando por momentos y temeroso hasta el final, el Sporting cumplió con el trámite de ganarle al Alcorcón por la mínima (1-0), con un gol de penalti liberador para el equipo y para su autor, Uros Djurdjevic, que se reencontraba con el gol tras la friolera de cuatro meses. Sin florituras, pero suficiente. Lo mejor del partido, o casi lo único bueno, fue el marcador. El resto fue un encuentro intragable, de ritmo cansino, con poco fútbol y pobres sensaciones futbolísticas del Sporting frente a un rival muy limitado. Si convenimos que la victoria era lo único importante, prueba superada. La mejora de las sensaciones o el disfrute del espectáculo del fútbol quedarán para otro día.

Fallo de Djuka en una ocasión clarísima en la que tiró de un argumento: la chilena.

Amenazaba la noche con complicarse cuando Babin decidió echar un cable a su ex equipo. El central del Alcorcón se excedió en el agarrón a Uros Djurdjevic: empezó fuera del área y acabó dentro. Más de tres segundos, explicaba Ais Reig a los jugadores del Alcorcón, para decretar un penalti polémico que resultó decisivo. Lucas Anacker adivinó las intenciones del delantero del Sporting, pero el disparo de Djuka se coló bajo su cuerpo El lanzamiento rompía dos bloqueos: el del equipo gijonés y el del propio delantero, que llevaba cuatro meses sin marcar un gol. En esta celebración no hubo revanchas ni polémicas: solo alegría y liberación.