Queipo: "La oficialidad es o no es, y el PP no puede apoyar que se obligue al aprendizaje de la lengua asturiana"

Oviedo

Este jueves se ha celebrado en Oviedo una reunión histórica al más alto nivel entre el PP de Asturias, que rechaza la oficialidad del asturiano, y la Academia de la Llingua Asturiana. Histórica porque tal y como han reflejado ambas partes en un comunicado conjunto ha sido la primera vez que un presidente popular visita la sede de la academia para verse con su presidente. El líder de los populares asturianos, Álvaro Queipo y el presidente de la ALLA, Xosé Antón González Riaño, han calificado el encuentro como muy cordial, y han plasmado en un documento algunos puntos de acuerdo, aunque como era de esperar ninguno tiene que ver con la oficialidad.

Y es que si algo ha quedado claro es que el PP mantiene su postura contra la oficialidad del asturiano. Álvaro Queipo ha vuelto a rechazar ese concepto de "oficialidad amable" utilizado por el presidente del Principado, Adrián Barbón, en ese intento fallido, en la anterior legislatura, de reformar el Estatuto de Autonomía para, entre otras cosas, introducir esa oficialidad. "La oficialidad es o no es, y el PP rechaza la obligatoriedad que conlleva", ha dicho el presidente de los populares asturianos.

A su lado, y como no podía ser de otra manera el presidente de la Academia de la Llingua Asturiana, Xosé Antón González Riaño, ha ratificado ese objetivo irrenunciable de la oficialidad del asturiano. Respetando la postura actual del PP, el presidente de la ALLA, cree que más tarde o más temprano habrá un gran consenso entre PSOE y PP para pactar una oficialidad, que sin adjetivos, "será la que Asturias necesita", ha añadido.

Más allá de la discrepancia, el PP y la ALLA han firmado un comunicado conjunto que recoge siete puntos de acuerdo, que tienen que ver con sacar la ideología de la llingua y la cultura asturianas, el reconocimiento del asturiano y el eo- naviego como un bien social, el papel de la Academia de la Llingua, o la necesidad de que las modificaciones de todo lo relacionado con la política llingüística se realice con el máximo consenso parlamentario.