Diez detenidos por refundar en Oviedo la banda de Trinitarios desarticulada en Gijón
La operación continúa abierta y no se descartan más detenciones tras analizar la documentación obtenida
El grupo contaba con una rígida estructura interna controlada por el Supremo, a cuyas órdenes se situaba un escalón intermedio y los 'soldados'.
Gijón
La Policía Nacional ha detenido a diez hombres -cinco de ellos menores de edad- por refundar en Oviedo una banda juvenil de carácter violento bajo la 'franquicia' de los Trinitarios después de que en 2022 se desarticulara en Gijón esa organización, dos de cuyos líderes han vuelto a ser arrestados al impulsar un nuevo capítulo con base en la capital asturiana.
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La operación, que continúa abierta y no se descartan más detenciones tras analizar la documentación obtenida, se inició el pasado mes de agosto al detectarse que un robo con violencia acaecido en el barrio ovetense de La Corredoria podía tratarse de un ajuste de cuentas de un grupo de trinitarios contra un joven rival, según ha informado el Cuerpo Nacional de Policía. La colaboración con los agentes que desarticularon en junio de 2022 un capítulo de los Trinitarios en Gijón permitió determinar que dos de los detenidos en aquella operación -uno de ellos el Suprema, el máximo rango en la banda- estaban intentando establecer una base de operaciones en Oviedo, que habían instalado en un piso de la capital asturiana que ya habían acondicionado para ello.
Así, la Policía constató el rápido incremento de integrantes del grupo, el empleo de medidas de seguridad para sus reuniones y el uso de la violencia cada vez de mayor intensidad usando machetes en alguna ocasión para intimidar a sus oponentes e iniciar una rápida escalada delincuencial. En la madrugada del 16 de noviembre se estableció un dispositivo coordinado y simultaneo que permitió detener en Oviedo a siete hombres, cuatro de ellos menores de edad, y a tres en Gijón -uno de ellos menor-, unos arrestos con los que la Policía da por desarticulada a la banda.
El grupo contaba con una rígida estructura interna controlada por el Supremo, a cuyas órdenes se situaba un escalón intermedio y los 'soldados', en la que se aplicaba una férrea disciplina administrada por el líder que incluía castigos físicos y pruebas de valor con peleas uno contra uno. Tras las detenciones del pasado año en Gijón, el líder de la banda había cambiado las normas, presuntamente como medida de seguridad, de forma que solo en sus reuniones internas usaban sus características bandanas verdes y los collares de cuentas de colores rojo blanco y azul -símbolo externo de su categoría en el grupo- y habrían renunciado a usar grafitis para marcar su territorio.
A los detenidos, cinco de ellos con nacionalidad española, se les atribuye un delito de pertenecía a organización criminal al promover la comisión de hechos delictivos como robos con violencia, hurtos, agresiones, acoso y amenazas y en el caso de los mayores de edad han pasado a disposición del Juzgado de Guardia de Oviedo y los de la Fiscalía correspondiente.
