El Sporting no logra espantar a sus fantasmas
La maldición rojiblanca en los derbis se ceba con el equipo de Abelardo, con una derrota de penalti en el único disparo a puerta del Oviedo

Djuka remata de cabeza un centro de Jony en la primera mitad del derbi. / LaLiga

Gijón
¿Debería el Sporting empezar a plantearse renunciar a acudir a los derbis del Tartiere? Total, ¿para qué? Año tras año, partido tras partido, sea cual sea la situación, sea cual sea la imagen, el Sporting da alas al eterno rival y sale tocado del derbi a domicilio. El colmo de los colmos es perder de penalti, en el único disparo entre los tres palos del Oviedo en todo el partido, después de haber sido mejor en la fase inicial del encuentro pero (para variar) haber vuelto a desaprovechar ocasiones claras de gol. Y esto, perdonar tantos ocasiones, no es cuestión de suerte: es cuestión de calidad. O de falta de la misma. Perdonó y lo pagó, ante un Oviedo que con lo mínimo volvió a ganarle al Sporting y ya le ha alcanzado en la clasificación. El fútbol del Sporting empieza a ser como el pladur: puede resultar muy aparante, pero no resiste un puñetazo.
No puede cubrirse el Sporting con haber sido mejor, más intenso, más valiente y con más fútbol durante la primera media hora. Los partidos duran noventa minutos. La segunda parte del Sporting fue de caída en picado (si no sufrió, fue porque futbolísticamente el Oviedo fue paupérrimo, pero eficiente) y la gestión de la desventaja en el marcador, un dolor. Las decisiones de Abelardo no ayudaron: pecó de conformista con el 0-0, renunciando a jugar con delantero, y no pudo reaccionar tras encajar el gol. Algunas decisiones también son discutibles, como la titularidad del desaparecido Djuka (con dos goles, ambos marcados en el mismo partido, allá por el mes de agosto, acaba la primera vuelta el jugador mejor pagado de la historia del Sporting), la de Cuéllar (definitivamente no le da al equipo más seguridad que Mariño) o mantener durante tantos minutos en el campo a Jony, que generó mucho peligro en los primeros minutos pero que físicamente se fue cayendo de forma contundente. Abelardo, que lo había advertido, apostó por un once plagado de carácter para tratar de enmendar la pésima trayectoria rojiblanca en los derbis. Y, siendo necesario el carácter, hay jugadores a los que ese factor no le compensa sus carencias.
Hay que admitir que la imagen del Sporting de los primeros minutos fue de lo mejor del equipo gijonés en el Tartiere en los últimos años. Un equipo con carácter, con garra y llegador. Jony tuvo la primera a los quince segundos, pero le faltaron unos centímetros para rematar a portería a ras de césped un centro desde la derecha. En el minuto cinco Jony volvía a a tenerla de cabeza. El cangués le puso otro gran centro, este por el aire, a Djurdjevic, que remató de la peor manera, al cuerpo del portero. Bratt volvió a intervenir para atrapar el disparo de Cote tras una jugada fantástica de Otero.
Ya en el tramo final de la primera mitad el partido se equilibró. Y empezó a crecer el Oviedo en el encuentro tras el descanso, pero sin ocasiones. Hasta que apareció el jugador que cambió el partido: Koba. Eléctrico, primero forzó una falta de Jony y después un error garrafal, impropio de un jugador de la experiencia de Cali Izquierdoz. Penalti a favor del Oviedo y golazo de Borja Bastón, absolutamente imparable.
De pronto, todo había saltado por los aires, cuando los pronósticos apuntaban a un 0-0 de manual. Abelardo había renunciado a jugar con delantero, quitando (con lógica) a Djuka pero sustituyéndole por Jordan Carrillo, pasando Juan Otero a ejercer como falso delantero. Con escaso margen y la desesperada, Abelardo reclutó para el partido a Cristo González, que tuvo dos ocasiones, pero sin fortuna.
La trayectoria en los derbis es terrorífica, pero la reciente del equipo también. La propuesta futbolística de Abelardo es pintona, pero no está resultando competitiva. Este sábado volvió a ser testigo directo de otra fiesta del rival delante de su cara.

David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...