Abelardo resucita al Sporting
El emocionante triunfo rojiblanco ante el Girona (2-1), con un notable cambio de imagen, acerca al equipo gijonés a la permanencia

Los jugadores del Sporting celebran el segundo gol al Girona. / LaLiga

Gijón
Abelardo tiene flor. No existen pruebas, pero tampoco dudas, de que hace dos semanas el cabezazo de Stuani en el minuto 95 hubiera entrado. Con 'El Pitu', no. La última acción del partido se quedó en nada y el final del partido se convirtió en la celebración del alivio, porque tras más de hora y media de sufrimiento el Sporting lograba ganarle al Girona (2-1) y dar un paso de gigante hacia una permanencia de la que ya solo le separan dos puntos. La flor de Abelardo es la que le falta al Girona contra el Sporting de Abelardo. Otra vez el club gijonés echó por tierra los objetivos gerundenses, aunque ni la permanencia del Sporting es aún definitiva ni la derrota en El Molinón descarta a los de Míchel de la pelea por el playoff.
Pero la flor no crece sola; hay que regarla. Y además de un punto de buena suerte, 'El Pitu' tiene discurso. No solo para motivar a una afición que remó a favor desde el minuto uno, sabiendo de su importancia. También para activar a unos jugadores irreconocibles (para bien) este domingo. Este sí es el Sporting que los sportinguistas quieren ver: este Pedro Díaz inconmensurable, este Gragera efectivo y rematador en la estrategia, este Aitor García desbordante, este Puma Rodríguez eléctrico, este Djuka goleador, este Borja López infranqueable... El equipo ofreció una versión muy mejorada en la intensidad, pero también en lo futbolístico. Fue un equipo maduro, que supo adaptarse a las diferentes circunstancias del partido: .dominar al principio, marcar el terreno, adelantarse en el marcador, reponerse del empate, atrincherarse y sufrir cuando el Girona dominaba la posesión y no perder la cabeza en los minutos instantes. Supo combinar la energía y la pausa. Fue, además de entregado, un equipo inteligente. Y con la mente fría, algo que no es fácil en estas circunstancias.
El Sporting salió a morder, con el ánimo de marcar el terreno y enganchar a una afición que ya de por sí iba a favor de corriente, como se había comprobado desde el himno. Fue un equipo intenso, que ejercía una presión asfixiante al rival, chispa y velocidad. A los diez minutos de partido ya acumulaba dos ocasiones: un disparo cruzado de Djuka tras el robo de Gragera y la buena combinación de Villalba y Aitor y un primer intento de disparo de Pedro Díaz desde fuera del área que el portero Juan Carlos, con apuros, envió a córner.
El panorama se puso de cara en el minuto once, gracias a la pizarra, esa que le ha costado tantos puntos al Sporting esta temporada y le ha dado tan poco. Con la llegada de Abelardo y su cuerpo técnico el equipo ya no solo defiende mejor el balón parado (impresionante partido de Borja López por arriba), sino que también remata los saques de esquina a favor. Pedro Díaz puso un córner perfecto que Gragera, en un remate impecable, convirtió en el primer gol.
Era evidente que el ritmo inicial no podría mantenerlo el Sporting durante todo el partido. Con el gol a favor el equipo gijonés dio un paso atrás y le permitió al Girona que tuviera el balón como tanto le gusta, aunque muchas veces de forma infructuosa. El riesgo es que, puntualmente, el dominio pueda transformarse en ocasiones. Sucedió con un disparo de Aleix García que Cuéllar (que no tuvo su mejor tarde) no acertó a blocar, dejando el balón muerto en el área. Afortunadamente, Borja López estuvo más atento que Stuani. Y volvió a suceder en el minuto 23, cuando Stuani, sin apenas ángulo, convertía en gol un pretendido autopase con el pecho de su compañero Juncá. Tras descartar el VAR el fuera de juego y la mano de Juncá en el control, el gol subió al marcador. Tocaba sufrir.
El Sporting vivió entonces una fase de zozobra, con El Molinón preocupado y el Girona creciendo en el partido. Guille Rosas, muy atento, impidió otra ocasión de Juncá (antes de lesionarse) e Iván Martín mandó alto un balón bajado por Stuani con el pecho.
Pero tras la tormenta (también meteorológica), volvió la calma. El Sporting apretó en el tramo final de la primera mitad. Aitor, en semivolea, obligó a trabajar al portero Juan Carlos. Y en el minuto 41, el Sporting recuperaba la ventaja tras una buena acción por la izquierda, en la que Kravets envió el balón en profundidad para 'El Puma', que desde línea de fondo asistió a Djurdjevic. El serbo-montenegrino, con un remate de cabeza perfecto a pesar de que el balón iba a media altura, adelantaba de nuevo al Sporting en un momento clave, justo antes del descanso. Djuka celebró con la misma rabia que todo El Molinón su reencuentro con el gol después de siete jornadas.
En la segunda mitad la tensión fue máxima, aunque más por lo exiguo de la ventaja rojiblanca que por el verdadero peligro que generaba el Girona. Los catalanes, en realidad, solo tuvieron un par de ocasiones: una en las botas de Arnau, con la eficiente respuesta de Berrocal para evitar el remate, y la mencionada de Stuani en el último minuto. El mayor susto de la segunda mitad fue un fallo de Cuéllar, que no acertó a pisar un pase atrás de Guille Rosas y casi sobre la línea de gol tuvo que evitar el drama.
Tampoco el Sporting tuvo muchas ocasiones, más allá de un disparo de Pedro Díaz desde la frontal y un pase atrás del reaparecido Jony que Nacho Méndez envió lejos de portería. El dominio de los visitantes generaba tensión en un Molinón que sufría pero no dejaba de animar, hasta el pitido final. No se movieron los seguidores de las gradas, para participar de la fiesta de la consolación. Y es que a falta de metas mayores (y aunque la permanencia aún no es matemática) la victoria era fundamental. No se olvidaron de exigir, masivamente, la marcha de la propiedad, como sucedió en la previa del partido con una concentración de protesta. Porque es triste que el día en el que se cumplían seis años del manteo de Abelardo tras la meritoria permanencia del inolvidable 'Sporting de Los Guajes' la afición rojiblanca tenga que festejar que la permanencia está más cerca. Y menos mal.

David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...