¿Cómo te podría afectar la reorganización de las urgencias de atención primaria en Zaragoza?
El Gobierno de Aragón ha presentado un borrador que ha sido contestado desde los sindicatos médicos y de enfermería hasta las asociaciones vecinales
Reorganización urgencias en Zaragoza capital y sus consecuencias
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Zaragoza
El programa Hoy por Hoy Zaragoza ha analizado el conflicto generado por el nuevo borrador de decreto del Departamento de Salud del Gobierno de Aragón, que plantea una reorganización de las urgencias en atención primaria. La medida busca mejorar la asistencia a los pacientes, pero ha provocado una oleada de críticas y protestas por parte de sindicatos médicos y de enfermería.
La propuesta del Gobierno: cambios en la atención urgente
El nuevo modelo prevé la integración de los médicos y enfermeras de atención continuada en los centros de salud, eliminando su papel exclusivo en urgencias y guardias. Además, se crean cuatro centros de Demanda Urgente de Atención Primaria (DUAP) en Zaragoza: Inocencio Jiménez, Grande Covián, Pablo Remacha y Ramón y Cajal. En estos espacios se ofrecerán pruebas diagnósticas, radiografías y análisis, con la intención de mejorar la calidad asistencial.
Uno de los cambios más controvertidos es la obligación de los médicos de familia de asumir urgencias en estos centros como parte de su jornada complementaria, lo que implica trabajar tardes y festivos con un sueldo que, según denuncian los afectados, es inferior al actual.
Faltan médicos: un problema crónico
El problema de la falta de personal sanitario no solo afecta al ámbito rural, sino también a Zaragoza. Actualmente, solo hay 26 médicos de atención continuada, lo que ha complicado la cobertura de urgencias. La administración sostiene que el nuevo decreto permitirá sumar a más de 300 médicos de atención primaria a estos servicios, mejorando la atención.
Sin embargo, sindicatos médicos y de enfermería han rechazado la medida, argumentando que obliga a los médicos de familia a hacer guardias sin incentivos adecuados y afecta negativamente a su conciliación laboral y familiar. Como respuesta, han convocado concentraciones y huelgas los días 24 y 31 de marzo, además de protestas en los centros de salud los días 11 y 20 de marzo.
Posturas enfrentadas: sindicatos, gobierno y pacientes
La reorganización ha sido objeto de debate entre distintos actores del ámbito sanitario y social:
- Los sindicatos médicos y de enfermería han criticado la falta de negociación y han exigido que las guardias sean voluntarias y mejor remuneradas. Leandro Catalán, de Fasamet, ha recordado que en 2023 se firmó un acuerdo que establecía una compensación del 25% más por hora de guardia, pero que no se mencionaba su obligatoriedad.
- Desde el Gobierno, el consejero de Sanidad ha defendido el decreto alegando que la medida ya fue pactada en la legislatura anterior con el gobierno de Javier Lambán y que se ha abierto a alegaciones de distintos sectores, incluidos sindicatos, colegios profesionales y asociaciones vecinales.
- El Foro del Paciente y la Federación Aragonesa de Municipios y Provincias han valorado positivamente la reorganización, destacando que era necesaria debido al aumento de la demanda asistencial y al envejecimiento de la población.
Alternativas propuestas: jornada deslizante y atención descentralizada
Desde algunos sectores se han planteado alternativas al nuevo modelo, como la jornada deslizante, que ya se ha implantado con éxito en el Centro de Salud Parque Goya. Esta fórmula permitiría que los médicos de familia trabajasen algunas tardes sin necesidad de modificar drásticamente sus horarios o imponerles guardias obligatorias.
La Federación de Barrios de Zaragoza ha insistido en la necesidad de garantizar la atención sanitaria en horarios flexibles para los pacientes que no pueden acudir a consulta por la mañana debido a sus compromisos laborales. Sin embargo, han mostrado preocupación por la reducción de centros de urgencias, que pasaría de estar en los centros de salud a solo cuatro DUAP.
El nuevo decreto representa el mayor cambio en la atención urgente de Zaragoza en los últimos 28 años, en un intento por mejorar la cobertura sanitaria ante la falta de médicos. Sin embargo, la oposición de sindicatos y profesionales sanitarios pone en duda su viabilidad, generando un conflicto que ya ha derivado en movilizaciones y huelgas.
Mientras el gobierno insiste en la necesidad de reorganizar el sistema para hacerlo más eficiente, los profesionales de la salud denuncian que el decreto carga aún más trabajo sobre unos médicos ya saturados. En los próximos días, las protestas y negociaciones marcarán el futuro de esta reforma, con un debate abierto sobre la sostenibilidad del sistema sanitario en Aragón.
