La lluvia no impide un reivindicativo 8M en Huesca bajo el lema "feminismo o barbarie"

Huesca

No era la mejor tarde en el plano meteorológico, pero la ciudadanía oscense volvía a responder a la llamada de la Asamblea 8M en la manifestación celebrada durante la tarde de este sábado bajo el lema “feminismo o barbarie”, una marea de paraguas con sus proclamas y bajo paraguas realizaban un recorrido algo más corto que el habitual desde los Porches de Galicia, pasando por la calle Miguel Servet, el Coso y con regreso al punto inicial donde se realizaba la lectura del manifiesto.

La lluvia no podía con las ganas de reivindicar, como decían desde la propia asamblea, “es solo agua y no nos va a parar en nuestra lucha que es muy importante”. Y es que consideran “que hay mucho por hacer y que hay que seguir luchando”, puesto que todos los avances conseguidos en los últimos años que parecían consolidados se podrían perder.

El manifiesto de este año habla de salir a la calle “para acabar con la barbarie de la violencia y la represión, por la desaparición de todas las violencias machistas, por el derecho a vivir unas vidas seguras y sin miedo. Todos los días y en especial el 8 de marzo, reclamamos avanzar en la eliminación de las desigualdades, para garantizar unas vidas buenas, con salarios dignos libres de brechas, sin violencias, con acceso a viviendas dignas y asequibles, espacios seguros dentro y fuera del hogar, una sanidad y una educación públicas y gratuitas que nos cuiden y eduquen con calidad, y unos servicios sociales públicos que garanticen una vejez lo más autónoma posible, activa y comunitaria”.

Reclaman políticas comprometidas “de verdad” con la igualdad y que “encaren con determinación la respuesta reaccionaria de la alianza ultraderechista que supone una amenaza para la vida de las mujeres, las personas LGTBIQA+, las migrantes, las personas con discapacidad y todas quienes que defendemos una sociedad diversa y plural”.

Celebran la renovación del Pacto de Estado contra la violencia de género, han mostrado también sus reivindicaciones en materia de cuidados y maternidad con “un sistema público de cuidados” y con la necesidad de ampliar los permisos de maternidad.

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En materia laboral destacan que “no aceptamos estar sometidas a peores condiciones laborales, ni cobrar menos que los hombres por el mismo trabajo. La brecha salarial de género en Aragón sigue siendo una de las más elevadas del país”.

Añadían este año en su manifiesto novedades con respecto a cuestiones como conflictos armados y personas refugiadas recordando “que las mujeres y las niñas son las principales víctimas de violencia sexual también en los conflictos armados, lo que pone en riesgo su integridad física y emocional”.

Con respecto a la memoria democrática y feminista reivindican “lugares de memoria como los centros del Patronato de Protección a la mujer, la tapia del cementerio civil y el cementerio de Las mártires y reivindicamos que las calles de Huesca lleven nombres como los de Concha Monrás, Encarnación Fuyola o María Sánchez Arbós, víctimas de la represión franquista y símbolo de lo mejor de los valores republicanos”. También hacían referencia al 600 aniversario de la llegada de la población gitana a nuestro país y la necesidad de “acabar definitivamente con el antigitanismo”.