El Punto Crítico, de Alberto Castrillo-Ferrer: "Lo que otros no hacen"

Zaragoza

Hace una semana pude disfrutar en La casa de la mujer de Zaragoza de la BCR: Brigada científica de rescate, un lujo de función con gran éxito teatral, social y sobre todo educativo. Ante el regocijo de los jóvenes espectadores que descubrían en su mayoría la fuerza y el atractivo del teatro, me pregunto ¿Por qué ese tipo de espectáculos no se hacen ya en nuestro Teatro Principal? ¿por qué el buque insignia del Teatro Público de nuestra ciudad no crea públicos? ¿por qué la media de edad de sus espectadores sobrepasa los 58 años?

Es necesario que, por las mañanas en horario lectivo, los colegios de Aragón conozcan ese espacio, lo respeten y admiren, pierdan el miedo o la indiferencia, aprendan que el teatro entretiene, sí, pero también educa, hace pensar, agita conciencias… que es una herramienta para la reflexión y el diálogo. Pagaremos caro en un futuro qué se esté propagando en ese teatro público una especie de elitismo hortera y provinciano digno de la Vetusta de Clarín.

Solo pido que copiemos a los grandes: el Barbican de Londres con su programación: Young Barbican el Teatre du Rond Point de París, con sus acciones pedagógicas, no hablemos de todos los teatros escandinavos donde biblioteca, teatro, exposiciones, cibercafé… se unen en un solo edificio como el Kulturhuset de Estocolmo… no nos vayamos tan lejos: El teatro Español de Madrid, el Teatro de la Comedia, los Teatros del Canal… TODOS tienen una programación juvenil y formativa. TODOS son teatros PÚBLICOS. ¿Saben por qué? Porque cultura viene de cultivar, y como en cualquier cultivo, si solo se cosecha y no se siembra, dentro de unos años comeremos piedras.