La plantilla de la SD Huesca valora el respaldo de la afición: "es un lujo tener El Alcoraz lleno y con ese ambiente"

Huesca

La comunión equipo y afición puede llevar al Huesca a cotas inimaginables al inicio de temporada, como se está demostrando con el paso de las jornadas. El partido ante el Granada fue una prueba de ello con la mejor entrada de lo que llevamos de temporada con 7.427 espectadores en las gradas.

Todavía quedan ocho partidos en casa a la SD Huesca que además van a ser vitales para las aspiraciones de poder seguir luchando por los puestos de playoff e incluso ascenso directo, que ahora mismo está a tan solo un punto.

De momento, las miradas están puestas en el Deportivo de La Coruña, rival el próximo domingo a las 14 horas en Riazor. Es una salida a un campo donde los coruñeses no están haciendo un buen año con solo 16 puntos ante su afición, estando entre los peores locales, aunque el último encuentro venció con claridad por 3-1 al Almería.

Este miércoles la plantilla de Antonio Hidalgo volverá al trabajo pendiente del estado físico de algunos jugadores como Loureiro que no pudo jugar contra el Granada o Soko que arrastraba molestias, así como otros jugadores y es que se empieza a notar la carga de partidos. El que ya está para volver posiblemente a la convocatoria es Javi Pérez.

Gerard Valentín

Gerard Valentín fue uno de los protagonistas del partido con el Granada y hablaba en los micrófonos de Carrusel Deportivo en Radio Huesca al final del encuentro. “Todo son valoraciones positivas, no debemos olvidar que al final el equipo sigue compitiendo, le da igual quien venga”, decía el jugador azulgrana en la zona mixta de El Alcoraz, todavía con la decepción de no haber podido ganar al Granada.

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El extremo fue protagonista del choque con sus internadas por la banda derecha e incluso estuvo a punto de hacer un golazo en la última acción del encuentro y reconocía que al final “yo creo que el equipo se está viendo que compite, que rasca y que va a ganar y que puede ganar cualquier partido”, señalaba.

El empate dejó una sensación que “al principio del partido no parecía tan mala, pero al final te quedas con un sabor agridulce por cómo se da el partido que el equipo había merecido más”.

El Alcoraz registró la mejor entrada y eso es una alegría para los jugadores ya que los aficionados “no paran de animar, de arropar, de creer en el equipo, aunque te metan en el 80 y pico el empate, que la gente no se venga abajo, Sé que ha sido más duro porque también ha sido para nosotros”, comentaba.

Pero lo que el vestuario ve es que “es un lujo tener El Alcoraz lleno y con ese ambiente”.