Julián Casanova: "Los relatores de la ONU no están influidos por ningún gobierno"
El catedrático de Historia Contemporánea y experto en las violencias del siglo XX asegura que en el debate sobre la memoria se está imponiendo, por primera vez, "el ruido y el uso político"
Julián Casanova
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Zaragoza
El debate sobre la memoria ha abierto en Aragón una guerra de misivas, informes y declaraciones. Pero en todos hay imprecisiones e inexactitudes. Si el presidente Azcón critica las de los relatores de la ONU al analizar la ley de derogación como si fuera el futuro plan de concordia, el propio responsable de Aragón cae también en afirmaciones discutibles. Como cuando afirma que en su ánimo ni en el de su gobierno no está "el invisibilizar a las victimas del franquismo, sino honrar a todas las víctimas incluyendo a las del terrorismo". Lo cierto es que, en la ley de derogación, se suprime todo lo que les da visibilidad. La norma dice textualmente: "se suprimirán los elementos de identificación, interpretación, señalización y difusión previstos en la ley anterior. También el registro de entidades de memoria,y las actuaciones en el ámbito educativo serán canceladas o sustituidas por otras actuaciones sobre la historia de Aragón o los derechos humanos".
Por todo esto, consultamos con un historiador de la Universidad de Zaragoza y de prestigio internacional, Julián Casanova, que lo tiene claro: "cuando se amplia el foco y se combinan todas las víctimas, el hilo conductor es olvidar la anterior ley de memoria democrática". Casanova fue uno de los firmantes de la Institución Académica que pidió, en un manifiesto coral con otros académicos, el no derogar la anterior norma. "Había costado mucho llegar hasta aqui -asegura- porque durante años hubo que convencer a familiares para que salieran del silencio, se asociarán en asociaciones y pudieran avanzar, y la agenda pública se estaba ocupando de esto".
"La ONU no diferencia ni jerarquiza violencias"
Por eso rechaza el paso atrás que supone la derogación y opina sin tapujos. "El informe de los relatores no está influido por ningún Gobierno" asegura mientras explica que la ONU siempre trata de abordar las violencias, sean del signo que sean, dando voz a las medidas de la ONU contra la impunidad, pero no diferencia ni jerarquiza el origen de esas violencias, sean fascistas, comunistas o de cualquier otro signo político".
También rechaza algo que se incluye en la carta del presidente Azcón a la ONU, cuando el máximo responsable de Aragón asegura que "la ley anterior idealizaba la Segunda República y relativizaba sus crímenes". Casanova asegura que no se ocultaron en ningún momento las tensiones y violencias de esta etapa de la historia de España pero "la memoria de los vencedores es, hoy, abrumadora, y todavía puede verse en cementerios, iglesias, etc...".
A este catedrático le preocupa que, "por primera vez el ruido y el uso político se impongan al conocimiento".
