El descenso de Nabatas por el río Gállego cumple su 20ª edición

Huesca

Todo está ya preparado para dos nabatas desciendan el río Gállego el próximo domingo. En las últimas semanas, con una escuela nabatera, se han construido las nabatas que surcarán las aguas de un río que este año presenta un aspecto inmejorable, con un caudal que los expertos consideran que es excelente para recordar esta tradición que en 2022 fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Se trata de una actividad que se recuperó en el año 2002.

Pedro Borau, presidente de la Asociación Nabatera, recordaba que, en tiempos, se cortaba la madera en el Pirineo, posteriormente se barranqueaba, y a través de los ríos llegaba a Zaragoza, y si allí no se necesitaba, se llevaba en las propias nabatas hasta Tortosa, para las constructoras de barcos. El descenso hasta la desembocadura del Ebro duraba una semana, y el regreso, a pie, en torno a un mes.

Las dos navatas, de tres y dos trampos respectivamente, con 9 y 5 nabateros sobre ellas, saldrán a las 11 de la mañana de la playa de Murillo de Gállego, y llegarán dos horas después al puente de hierro de Santa Eulalia de Gállego, tras un recorrido de 8 kilómetros. La salida y la llegada estarán amenizadas con la música de Gaiters de Tierra Plana.

Posteriormente habrá una comida popular en Biscarrués y tras ella, un dúo musical para bailar.

Este año, los nabateros del Gállego han puesto en marcha también un proyecto de crowdfunding para conseguir los 3.000 euros que costaría cambiar unos 20 troncos de madera, que se van estropeando con el paso de los años.