"Cacerolada" contra la reorientación de La Harinera o Etopía: "Es solo el principio"
Unas 200 personas se concentraban en la plaza San Felipe pidiendo que se preserve la cultura de cercanía que "está desmantelando" el Ayuntamiento de Zaragoza
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Zaragoza
Unas 200 personas del sector cultural de Zaragoza han denunciado a golpe de cacerola y silbatos la suspensión de la programación artística en el centro de arte y tecnología Etopía o la reorientación de la actividad que el Ayuntamiento de Zaragoza planea en "La Harinera" de San José.
Piden que se preserve la cultura de cercanía, que, aseguran los convocantes, "se está desmantelando", argumentaba la portavoz del colectivo "Bloque cultural", Kira Rivarés. "Para ellos la cultura se basa en la organización de macroeventos, en privatización de los espacios y en minimizar el poder de la ciudadanía. Un ataque directo hacia nuestro tejido", añadía.
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Etopía, el festival Eifolk o la Harinera de San José, aseguran desde este colectivo, es solo el principio "y nos espera un futuro gris, porque se van a producir más cancelaciones". Afirman que corre la misma suerte el Consejo Sectorial de la Cultura, un órgano que sirve para que la ciudadanía participe en el área de Cultura del Ayuntamiento.
"Dato mata relato"
"Dato mata relato", ha señalado la responsable de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Sara Fernández, que ha convocado de forma urgente una rueda de prensa tras esta "cacerolada". No ha dado muchas explicaciones a estos cambios, pero sí los ha defendido y asegura que los protestantes -algunos, rostros de la política municipal de partidos de izquierdas- están "haciendo uso político de la cultura, que no les importa".
Respecto a la reconversión de "La Harinera" de San José, que dejará de gestionar el colectivo "Llámalo H" para pasar a manos municipales, según Fernández, "va a ser un modelo para todos. "No sé por qué tienen tanto problema en que haya programación cultural pública, hecha por funcionarios de esta casa, y por entidades sociales con las que vamos a realizar este nuevo modelo, sin sectarismos ni ideologías", justificaba la concejala de Cultura.