Tras la bambalina de 'Ovo', el show del Circo del Sol que aterriza en Zaragoza
La compañía ofrece hasta el domingo cinco pases en el Pabellón Príncipe Felipe de una historia en el que el color y los insectos son el sello personal del circo
Zaragoza
Pabellón Príncipe Felipe, a las 14.00 horas. Una docena de acróbatas, trapecistas o ‘clowns’ ensayan una de las últimas escenas con la que terminará por todo lo alto ‘Ovo’. Estiran, saltan una y otra vez de la cama elástica para comprobar que sale bien, mientras otros coordinan las piruetas o comprueban un suelo que, para muchos, es la primera vez que pisan.
Son algunos de los artistas de la compañía circense más famosa del mundo, el Circo del Sol, que ayer comenzó el primero de los cinco pases del show ‘Ovo’ que ofrecerán hasta el domingo en la ciudad de Zaragoza. Ya recibieron el calor del público en una primera función que lleva muchas horas detrás. Horas y horas de entrenamiento de los artistas, pero también del equipo de montaje, de vestuario, maquillaje, producción, sonido o luces, entre otros muchos.
Toda una coral que viaja con una casa a cuestas de 23 camiones en la que se incluye el decorado, los instrumentos, los mappings y hasta toda la iluminación necesaria para el espectáculo. Y todo esto se monta en tiempo récord. Más de 12 horas es lo que les costó hacerlo en el Príncipe Felipe. Un trabajo en el que intervinieron 200 personas, 100 de la propia compañía y la otra mitad, empresas aragonesas ya que, según explican desde el Circo del Sol, en cada ciudad donde actúan contratan a negocios locales que conocen los entresijos de este espacio.
Y mientras unos montan, otros entrenan sin parar. La vida para los 52 artistas de ‘Ovo’ es un no parar, aunque la exigencia la llevan en la sangre ya que, antes de ser muchos de ellos acróbatas u otras disciplinas del circo, fueron deportistas de élite u olímpicos. Wellington Lima entró hace 25 años en esta compañía. “Como soy brasileño, antes hacía capoeira y un poco de gimnasia, lo que me sirvió para entrar en el Circo del Sol y especializarse en el trampolín de pared”, explica tras la bambalina.
Lima protagoniza a un grillo en el espectáculo. Le acompañan mariquitas, mariposas o arañas, ya que el show es un gran ecosistema en el que conviven todo tipo de insectos. Por eso, los colores vivos son un sello distintivo de ‘Ovo’. En escena abunda el verde, el azul, el lila o el amarillo, muchos de los colores presentes en el caparazón de estos bichos. Para representarlos, la compañía ha ideado más de 600 prendas de vestuario y maquillajes que cuestan, como mínimo, 20 minutos hacerlos. Todo para sorprender y seguir teniendo la fama del circo más hermoso del mundo.
El espectáculo estará en el Príncipe Felipe hasta el 14 de enero.