La Romareda mide la crisis del Real Zaragoza

Zaragoza

El Real Zaragoza, metido en su habitual día de la marmota otoñal, sigue preparando el partido de la próxima jornada. Ni mucho menos será uno más, y no por el rival que tendrán enfrente los banquillos. Una final, a todas luces, primero para el propio Real Zaragoza, obligado a poner coto a una racha insoportable que le ha tambaleado, tras diez jornadas sin ganar, y con la puntilla de la Copa, eliminado por un tercera federación, que ha terminado de dinamitar la línea de flotación.

Además está el asunto del entrenador al que por estos números, derivados de un caída terrible de la ambición y del fútbol que plasma en cada encuentro, parecen quedarle muy pocas horas al frente del Real Zaragoza. Tan solo el no haber tenido un sustituto preparado le ha salvado del despido. La Romareda rozará el lleno el próximo sábado y nadie se le escapa que tanto a los blanquillos como a Escribá tan solo les vale un resultado. La semana viene torcida con el bochorno de la Copa del Rey, eliminado a las primeras de cambio por el Atzeneta de tercera división.

La plantilla está tocada e intenta levantarse del golpe, que supuso la bochornosa eliminación de la Copa del Rey por un equipo de la quinta categoría del fútbol español. El equipo se ha ejercitado este jueves en la Ciudad Deportiva con la vista en el encuentro del sábado en el que no estarán los lesionados: Cristian, Nieto y Fran Gámez, aunque el valenciano se entrena desde ayer con el grupo. También serán baja el internacional sub 21, Alejandro Francés, y Mollejo, salvo que el TAD le conceda la suspensión cautelar de la sanción de un partido por su celebración en Cartagena. Raúl Sanllehí y Juan Carlos Cordero han presenciado el entrenamiento para arropar al equipo, y al entrenador.