La ola de calor mantiene la salud de las personas mayores en alerta
El hospital San Juan de Dios registra un incremento en los ingresos y toma medidas para prevenir posibles complicaciones de salud en pacientes con enfermedades crónicas, escasa movilidad o con bajos recursos
Zaragoza
La deshidratación acecha a estos pacientes, a veces por su medicación, sus dificultades para beber agua o su situación social. Priscila Matovelle, geriatra del hospital pone como ejemplo uno de los perfiles que atienden, "una mujer mayor de 75 años que esté inmovilizada, que tenga discapacidad, que tenga solo vida cama-sillón, que tenga demencia en la que la ingesta de líquidos es muy baja y que viva sola, hace que esté más vulnerable a la hora de calor".
Espesantes de líquidos
En situaciones como ésta, la indicación es reforzar la administración de líquidos, pero muchos de ellos rechazan el cambio del agua por espesantes, "es una textura, como si bebieran miel, en vez de beber agua líquida".
No se puede bajar la guardia ante temperaturas tan altas y en tan largo espacio de tiempo, las medicaciones que toman en muchos casos, también inciden según la doctora Matovelle: "ya sean estos diuréticos o anti convulsionantes. Los diuréticos hacen que se deshidraten más", sobre todo si la ingesta de líquidos es baja.