Los riesgos de las personas sin hogar durante una ola de calor: "No quiero refrescos, prefiero la botella de agua fresquita"
En Zaragoza, Cruz Roja desarrolla una campaña de prevención durante las olas de calor y asiste con reparto de botellas de agua y alimentos frescos. En la capital aragonesa viven 160 personas en la calle, según su último recuento
Los riesgos de las personas sin hogar durante una ola de calor - Hoy por Hoy Zaragoza (09/08/2023)
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Zaragoza
Actualmente unas 160 personas viven a la intemperie en Zaragoza capital. Y no solo el frío es un obstáculo para las personas sin hogar, el calor es un factor de riesgo que puede provocarles deshidratación y la muerte en algunos casos. Por suerte, cuentan con ayudas.
Tanto el calor como el frío, son contextos hostiles para las personas sin techo, pero las altas temperaturas las exponen a fuertes golpes de calor. En verano, la cifra de personas sin hogar aumenta. En noviembre de 2022 el recuento en Zaragoza fue de 128 y actualmente son 160.
La realidad es que la calle es un reto diario, como para Ángel, que tiene 65 años. Lleva casi 4 con su saco de dormir a cuestas, concretamente en la zona de El Portillo, en la capital aragonesa. Su profunda y fija mirada azul y sus mejillas delgadas no transmiten tristeza, sino coraje. Su vida dio un giro inesperado un 13 de marzo de 2020. Mientras unos se confinaban en sus casas, otros como Ángel, no tuvieron techo en el que refugiarse. Y hasta hoy.
En verano, Cruz Roja pone en marcha una unidad que protege de manera especial a las personas que viven en la calle. Lucía Conde y sus compañeras les llevan agua y alimentos frescos para aligerar el impacto del calor. A Ángel le es suficiente con estas botellas de agua que le brinda Cruz Roja. Dice que, haber formado parte de la Brigada del Ejército, le hizo adaptarse a las temperaturas extremas. Parece que el calor de la gente le ayuda a contrarrestar el que se sufre en la calle.
Ángel recuerda que no todo es soledad. Tener compañeros de otras nacionalidades en su misma situación le ha hecho ver que, dice, "todos tenemos un corazón".
Por su parte Ángel, no pierde la esperanza de salir de la situación en la que vive. De momento, está a la espera de una pierna ortopédica, para poder andar en condiciones. Destaca que estar en la calle no es una elección como muchos piensan. Es un constante tropiezo que atrapa; que empieza con un problema y sigue con otros.
Las personas sin hogar existen tanto en invierno como en verano y es importante no olvidarnos de que, como dice Ángel, "la calle es la calle".