El jurado declara culpable de asesinato al parricida de la Almozara
El jurado consideró que cuando asestó las 56 puñaladas las hizo con alevosía, ensañamiento y desvalimiento
Zaragoza
El jurado popular declaró ayer al parricida de la Almozara culpable de un delito de asesinato y otro de tentativa de asesinato. La Fiscalía pide prisión permanente revisable.
Cerca de las diez y media de la noche del lunes, los nueve miembros del jurado afirmaron que Héctor López asesinó a su padre en junio de 2021. El jurado consideró que cuando asestó las 56 puñaladas las hizo con alevosía, ensañamiento y desvalimiento. Actos necesarios para que un delito de esta índole sea asesinato y no homicidio.
Lo consideran también culpable de intentar matar a su madre, que consiguió escapar y sobrevivir. Tampoco ven creíble que el acusado tuviese las capacidades mermadas cuando cometió el crimen.
Fiscalía pide prisión permanente revisable
Fiscalía se sumó, tras conocer el veredicto, a la petición de prisión permanente revisable, solicitadas por las acusaciones. Pide también 14 años por tentativa de asesinato.
El abogado de la madre, José María Lumbreras, mostró su alivio tras conocer el veredicto. “Mis clientas se sienten más a salvo. Tenían un miedo horroroso a que Héctor saliese dentro de unos años para terminar el trabajo”, explicó a la salida de la lectura del veredicto.
La defensa reiteró el internamiento del acusado en un centro psiquiátrico y afirmó que planteará recurso. Ahora es el turno del juez que confeccionará la condena.
56 puñaladas
Los hechos tuvieron lugar en junio de 2021 en una vivienda del zaragozano barrio de la Almozara. El acusado, según declaró, tuvo una discusión con su padre y tras ella no recuerda lo que paso. Sin embargo, asestó 56 puñaladas a su padre e intentó hacer lo mismo con su madre, que consiguió salir del piso y pedir auxilio. La semana pasada, durante la celebración del juicio, la madre declaró que vivían en un estado de tensión con su hijo debido a su agresividad y alcoholismo.
Los forenses médicos confirmaron que el acusado era consciente de lo que ocurría y que no sufría un síndrome de abstinencia, tal y como dijo el acusado durante su testificación.
