El Real Zaragoza destituye al entrenador y al director deportivo
Los malos resultados desde que comenzó la liga obligan al club a tomar esta decisión
Torrecilla, Carcedo y Sanllehí salen a La Romareda el día de la presentación del entrenador / S. Fuertes
Zaragoza
El Real Zaragoza ha anunciado este domingo que finaliza su contrato con el director deportivo, Miguel Torrecilla, y el entrenador, Juan Carlos Carcedo, así como con el cuerpo técnico con el que llegó al club.
En un comunicado oficial en su página web, el club agradece la dedicación, la profesionalidad, el esfuerzo y el trabajo tanto de Juan Carlos Carcedo como de Miguel Torrecilla durante su etapa en el Real Zaragoza y les desea "la mayor de las suertes" en los nuevos retos profesionales que afronten a partir de ahora.
En el Real Zaragoza trabajan desde este momento para "reconducir la situación deportiva" y continúan con la firme convicción marcada desde el inicio de temporada de competir "al máximo" para que la familia zaragocista se sienta "identificada y orgullosa de su equipo".
Juan Carlos Carcedo es el primer entrenador cesado por la nueva propiedad del Real Zaragoza, un técnico que solo ha aguantado quince jornadas en el cargo, algo que, por otra parte, tampoco es extraño en las últimas campañas del conjunto blanquillo.
Larga lista de destituciones
Entre los últimos damnificados por los malos resultados y con destituciones tempranas se encuentra Rubén Baraja, que se hizo cargo del equipo al inicio de la temporada 2020-21 y que duró hasta el 9 de noviembre.
Le sucedió en el cargo el técnico del filial zaragocista, Iván Martínez, que aguantó desde el 9 de noviembre hasta el 13 de diciembre de 2020.
Anteriormente, en la temporada 2018-19, Lucas Alcaraz ocupó el cargo de un Imanol Idiákez que empezó la campaña, pero que solo permaneció hasta el 21 de octubre. Las cosas no le fueron mejor a Alcaraz, que apenas se sostuvo dos meses, del 22 de octubre al 17 de diciembre de 2018.
Malos resultados
Estos son los casos más recientes y más cortos del zaragocismo reciente, en un banquillo que parece quemar a quien lo ocupa y todavía más a los jugadores sobre el césped.
A Carcedo, como a los antes mencionados, los ha despedido esa ley inapelable del fútbol que dice que si no ganas no hay discurso que te sostenga. Los resultados mandan y el crédito es mayor o menor en función de las sensaciones que emite el equipo, independientemente de los resultados, aunque no eterno.
Con mal juego y malas vibraciones el tiempo se acorta pero un fútbol aceptable y malos resultados continuados lo único que hacen es alargar la agonía.
"Carcedo, vete ya"
Esto último no ha sido así en el caso del técnico riojano, cuyo equipo casi nunca ha llegado al corazón de su afición con su juego y que parecía tener la cruz puesta desde que el Real Zaragoza empató con el Real Oviedo el pasado 9 de octubre y se tuvo que oír "Carcedo vete ya" por un amplio sector de la grada de La Romareda.
Esos gritos se repitieron en los siguientes partidos, incluso en la victoria "in extremis" contra el Villarreal B, pero más allá del sentir de la afición el análisis frío es que un equipo que tiene el séptimo presupuesto está defraudando (sólo ha ganado 4 partidos de 15 disputados) y que su técnico no es capaz de revertir la situación que recuerda a temporadas pasadas en las que luchó por no descender.
La derrota contra el Alavés
El paso de las jornadas deja la sensación de que el equipo se degrada cada vez más y la guinda fue la derrota contra un Alavés que jugó con un hombre menos desde el minuto 36 de partido.
La de Carcedo ha sido la crónica de una muerte anunciada que se ha ido retrasando porque desde la dirección general del club de Raúl Sanllehí se ha intentado evitar un cese económicamente costoso.
Sin embargo, la realidad suele ser tozuda y como dice Joan Manuel Serrat en la canción "Sinceramente tuyo": "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".
