Olga Martín: "El cáncer me dio un zasca para despertarme, quererme y cuidarme"

Zaragoza

Visibilizar que después (y durante) del cáncer hay mucha vida. Este es el mensaje que quieren transmitir cinco mujeres supervivientes de cáncer que se enfrentan a un difícil reto deportivo en Jordania. Una de las mujeres seleccionadas es la aragonesa Olga Martín, que ha afirmado este miércoles en los micrófonos de 'Hoy por Hoy Zaragoza' que fue diagnosticada con esta enfermedad en mayo de 2019. Ahora, que ya lo ha superado, viaja este sábado al país de Oriente Medio lista para conseguir este reto de esperanza.

Esta difícil prueba se llama Reto Pelayo Vida y reúne a cinco mujeres supervivientes de cáncer para que realicen un desafío deportivo como muestra de lucha contra el cáncer, pero también para dar visibilidad a esta enfermedad en pro de un aumento de la investigación.

Un duro reto por el desierto

Este año, cinco mujeres realizarán 285 kilómetros en bicicleta por el desierto, descenderán haciendo rápel el vertiginoso Wadi Al Mujib, escalarán la segunda montaña más alta de Jordania y se sumergirán en las profundidades del Mar Muerto.

Martín ha afirmado que “hay mucha vida durante y después del cáncer”. Esta aragonesa se apuntó a este reto tras recibir “esperanza e ilusión” de las cinco mujeres anteriores que realizaron este gran reto.

"No hay que dejar pasar ninguna revisión"

Para Martín, recibir la noticia fue un “zasca”. Un resultado que le comunicaron tras una mamografía durante una revisión ginecológica. Por ello, esta mujer de 50 años ha pedido que “no se deje pasar ninguna revisión”.

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“Me pegué tres días sin parar de llorar. Oyes esa palabra y se asemeja a la muerte, pensaba que mis hijas se habían quedado sin madre”, ha continuado. Sin embargo, en el cuarto día, “se dio cuenta de que nadie le iba a salvar y que solo podía salvarse ella”. Martín ha explicado que “nunca sintió el cáncer como una batalla” sino como “un zasca que le dio la vida” para “despertarse, quererse y cuidarse más”.

“Las mujeres pecamos de estar siempre cuidando a los demás y no cuidarnos nosotras. Este era el momento de que yo retomara las riendas de mi vida”, ha explicado.

Una vez se enfrentó a la enfermedad, esta mujer se refugió en el deporte, “en el estar activo”. Para ella, la práctica deportiva le ayudó “a sentirse mejor tanto física como mentalmente”.

Experiencias "al límite"

A pesar de estar familiarizada con el deporte, las pruebas del Reto Pelayo Vida son experiencias “al límite”. “Es otro nivel, ninguna de nosotras somo deportistas profesionales, pero, es un desafío muy importante. Hemos entrenado y descubierto nuevos deportes, y nos hemos adentrado sin miedo. Esto es como cuando estas con el cáncer te saca de tu zona de confort, piensas que no lo puedes hacer, pero luego te das cuenta de que lo has hecho”, ha finalizado.

Si algo le hace especialmente ilusión es colgar la bandera de su pueblo y de su autonomía en la segunda montaña más alta de Jordania, el Jebel Rum.