Lola Gracia: "La alegría de Eurovisión"

Graus

Ayer echaban por la tele una especie de gala previa a Eurovisión y yo, mientras fregaba los platos, lo veía desde la cocina. Empecé a pensar en lo que suponía Eurovisión de niña para mí. Unos días antes del concurso, después de la carta de ajuste y antes de Barrio Sésamo, salían los vídeos de España y de otros países.

Yo llegaba corriendo de la escuela para verlos y me apuntaba los que me gustaban para el día del concurso grabarme las canciones en cassette con la tecla del play y del rec apretadas y con celo tapando los agujeros de la cinta para poder grabar encima. No tenía ni idea de quiénes eran los cantantes, ni por supuesto, entendía las letras pero, en casa, solo había cintas de Manolo Escobar y Julio Iglesias, y aquella música moderna me trasladaba a una juventud que aún no había vivido. El día de Eurovisión y sobre el Porompompero grabé las canciones que me gustaban, y ahí quedó la cinta.

Años después vi porque es una cinta de Manolo Escobar y la probé para ver si funcionaba, y empezó a sonar Remedios Amaya cantando “¡Ay quién maneja mi barca, quién!”, además de un montón de canciones en todas las lenguas de Europa. Y recordé cómo después las bailábamos con mi hermana con un peine por micro delante del espejo del lavabo. La música, en ocasiones, nos traslada a mundos lejanos llenos de alegría.