Ya éramos mejores

Llegó el día. Se cumplen hoy cinco años de la declaración del estado de alarma en España que dio paso a los sucesivos confinamientos. Poco antes había hecho lo mismo Italia, luego llegaría Alemania y el resto de Europa, África y América. Imagino que todos y todas ustedes tienen muchas imágenes en mente de aquellos días: familias encerradas intentando trabajar y entretener a los niños, colas para comprar papel higiénico, panaderos amateur que acababan de descubrir un talento desconocido… Recuerdos, en muchos casos simpáticos, que ocultan otras imágenes que sólo unas pocas personas recuerdan: entierros o incineraciones en solitario, lucha sin cuartel para salvar a los enfermos en las UCIs y personas que morían solas sin que nadie lo notara.

;Nos dijimos que saldríamos mejores y aquí estamos. La sanidad andaluza está a todas luces peor; la alemana también, aunque por motivos distintos, Europa tiene desde hace tres años una guerra en sus fronteras y no parecemos comprender que las libertades que disfrutamos aquí vamos a tener que defenderlas nosotros mismos. España dijo que tenía que abandonar la dependencia del turismo y ahí siguen los dirigentes sin saber ponerle límites , porque no quieren.

Íbamos a salir mejores y, en realidad, no era necesario. Los ciudadanos mayoritariamente dieron ejemplo de conciencia colectiva respetando las normas, vacunándose a pesar de la inseguridad que generaba un producto tan nuevo, porque era mayor el beneficio para todos que el temor personal, ayudando a los vecinos que lo necesitaran. Los que no salieron mejores son los que tienen que tomar las decisiones y siento generalizar porque eso mete a todos en el mismo saco, pero si ellos hubieran salido mejores de aquella pandemia no estaríamos donde estamos.