Visitamos en Granada la mayor procesadora del mundo de estroncio, mineral clave para la industria tecnológica
Esta provincia es la única suministradora de celestina en Europa: de aquí sale el 35% de la producción mundial
Granada
La pantalla a través de la que lees y ves esta información y el vídeo adjunto está compuesta, entre otros materiales, de celestina. Es el nombre del sulfato de estroncio, un mineral demandado en la industria tecnológica y clave para la fabricación desde microchip a imanes para pequeños motores, como los que activan tus electrodomésticos. El 90 por ciento de toda la celestina que se utiliza en Europa sale de Granada, de esta mina a cielo abierto de Escúzar y del yacimiento cercano de Montevive. De esta gran reserva granadina de estroncio, única en el continente, se extrae el 35 por ciento de la producción mundial. Por primera vez, hemos accedido a la explotación de la Mina de Escúzar: la mayor planta procesadora de celestina del mundo.
De la extracción pura y dura del material de la cantera se obtiene el mineral, pero cada palada extraída contiene otros materiales como caliza y yeso, que llegan a suponer el 80 por ciento del total. El preciado 20 por ciento que buscamos, solo se consigue mediante dos procesos de separación mecánica y lavado con sustancias biodegradables en estas plantas que separan el grano de la paja.
En los dos procesos para separar la celestina del resto de materiales, se necesita agua. Las minas cuentan con una concesión para extraerla del acuífero, aunque más del 85 por ciento se reutiliza una y otra vez para los dos ciclos de limpieza.

Mina de Escúzar (Granada), la mayor procesadora del mundo de estroncio
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Restauración ambiental
La actividad no acaba con la consecución del mineral. Los trabajos prosiguen hasta conseguir una restauración total del territorio, como explica a Radio Granada el director facultativo de la mina, Carlos González.
La multinacional Kandelium es la propietaria de la concesión minera en Escúzar sobre 200 hectáreas. Hasta el momento solo se ha trabajado sobre la mitad de ese terreno con la máxima de ir restaurando de forma paralela lo explotado.
La Mina de Escúzar emplea a unas 70 personas, entre puestos directos e indirectos, en una zona ahora clave para el desarrollo de la provincia entorno a este municipio y su gran parte tecnológico e industrial, (CITAY). A ese desarrollo contribuye, desde 1990, la Mina de Escúzar. El producto final son estos montones de arena muy fina, la celestina, que se exportan a Alemania a través del Puerto de Motril.
El nuevo orden mundial ha obligado a Europa a prestar atención a sus propias capacidades. La labor de restauración ambiental en este tipo de explotaciones, el uso sostenible y circular de los recursos; y la huella hídrica nula de la actividad ha llevado a la Unión a declarar este suministro como crítico. Granada será capaz de suministrar este material básico al continente, al menos, durante 40 años más, gracias a lo que cada día se extrae de este subsuelo.