El papel de las mujeres en la construcción de las ciudades: la campaña del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos con motivo del 8M

Málaga

La construcción sigue siendo un sector fuertemente masculinizado. La presencia de mujeres apenas llega al 10 por ciento, pero además se queda en un exiguo 1 por ciento en el caso de oficios manuales, como la soldadura. Son datos del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), que ha decidido lanzar una campaña bajo el lema #ForjamosCimientosDeIgualdad con motivo del 8M para visibilizar el impacto positivo que tiene la incorporación femenina en la calidad de los entornos construidos; la iniciativa destaca la importancia de la igualdad de géneros en el sector de la edificación para lograr entornos más humanos, al tiempo que trata de servir de inspiración a otras mujeres.

Si bien desde el año 2000 se produjo un punto de inflexión en las escuelas de arquitectura y el porcentaje de nuevas alumnas equilibró la balanza, no ha ocurrido igual con profesiones fundamentales en la obra, como las vinculadas a la topografía, la albañilería, la pintura o la soldadura. La Coordinadora de la Comisión de Género del Consejo (CSCAE), María José Peñalver, explica que "ya no es solo visibilizar la figura de la mujer arquitecta, sino que el sector también tiene que ir avanzando y superando ciertos clichés", "para considerar que la incorporación de la mujer en el sector (...) supone un avance muy positivo para poder tener una sociedad más justa, inclusiva y equitativa", indica, al tiempo que señala que se va por "buen camino".

Dos malagueñas, la arquitecta Almudena Trujillo y la topógafa Anabel González, protagonizan parte de esta campaña con un vídeo en el que dialogan sobre la profesión. "Al final aportamos una visión con otra sensibilidad distinta", "y aporta muchísimo" en materia de "inclusión social", indica Trujiilo: "Al final la mujer tiene una sensibilidad y un trato a estas personas que tienen unas discapacidades o necesidades distintas; siempre se ha dedicado a este cuidado y son las que (lo) trasladan a esa arquitectura (...), entonces creo que por eso es muy importante, hacer esos entornos también accesibles, ¿no?".

Abunda en esa idea González, que explica la escasa presencia femenina en las obras. "Lo que es la ingeniería técnica en topografía, somos profesionales que están a pie de calle, o sea, estamos en el terreno", "ahora mismo estoy en una obra en Marbella, (...) y, bueno, me he encontrado que habrá como 80 trabajadores y la única mujer soy yo", indica. Esta profesional malagueña incide en el papel que juega la "empatía" a la hora de enfocar el trabajo: "Cuando voy tomando los datos para hacer ese plano, esa cartografía, a partir de las cuales los arquitectos van a diseñar sus edificaciones o su espacio amable hacia los ciudadanos, pues yo le pongo bastante cariño a esas zonas donde veo que hay unas buenas vistas, que hay árboles que se pueden salvar, que hay zonas que son bastante complicadas para la accesibilidad de personas discapacitadas, de mujeres con sus niños o de padres con sus niños".

Visibilizar el trabajo de las mujeres también puede contribuir a que las jóvenes tengan referentes que les lleven a escoger una profesión vinculada a la construcción. Un sector, que además, requiere cada vez más cualificación, indica Peñalver, que cree que ese factor "quizás puede ser un atractivo bastante potente para la incorporación de la mujer". "Ya tenemos casos, pocos, pero casos de soldadoras, de pintoras, que yo creo que si eso lo sacamos a la luz y lo vemos, al final son modelos que las nuevas generaciones, de manera muy natural, lo van incorporando en su memoria, ¿no? Y entonces tienen otros caminos que se pueden abrir a la hora de elegir una profesión".

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