Una palabra para jodernos a todos

Córdoba

Son muchos los intentos por hacer de nuestro lenguaje un lugar más seguro, menos ofensivo para todos. Quede claro, no dudo de la buena fe de quienes lo procuran, pero creo que podríamos plantearlo desde otra perspectiva.

Las palabras son la base sobre la que se va construyendo el pensamiento, y por ende el conocimiento. Si a día de hoy somos capaces de retratar según qué conceptos, es porque existen en nuestro léxico palabras que los evocan. Así, a más amplio sea nuestro léxico, mayor cantidad de conceptos podremos pensar, y en consecuencia más realidades conoceremos.

Esto aplica para lo bueno y para lo malo. Existen expresiones hirientes circulando por ahí, pero modificarlas o censurarlas no ayuda. Más bien al contrario, nos desprotege. Un ejemplo de esto lo encontramos en las recientes críticas que ha recibido la red social X por quitarle el veto a la expresión <<enfermo mental>>: si se obviase por resultar ofensiva, estaríamos, por una parte, privando a la sociedad de conocer una verdad innegable, la de la salud mental; y, por otro lado, encubriendo a los graciosillos de turno que la utilizan como insulto, pues si eliminamos la expresión no podríamos identificar quién la usa y con qué fin.

<<Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo>>, decía el filósofo Wittgenstein. Edulcorarlo tan solo nos planta sin escudo en una batalla cultural que enardece cada día, una batalla que comienza en el pensamiento, un pensamiento que nace de la palabra.