Viviendas turísticas: Demasiado tiempo perdido
En diciembre de 2022, Andalucía tenía 95.500 viviendas turísticas. Hoy, el número de pisos dados de alta asciende a 141.000, una cifra que supera con creces la planta hotelera y que ha absorbido buena parte de la oferta residencial de muchos barrios de Sevilla, Cádiz, Málaga o Granada
Sevilla
Esta acentuada evolución refleja dos cuestiones. Por un lado, que las administraciones que tenían en su mano actuar de forma contundente, la Junta de Andalucía y los ayuntamientos, no lo han sabido hacer hasta ahora. Por otro lado, que el eterno debate en el que nos hemos enfangado ha provocado un efecto llamada para muchos propietarios.
El nuevo decreto de vivienda de la Junta de Andalucía, que entró en vigor ayer martes, por fin da la base jurídica que estaban reclamando muchos ayuntamientos para actuar con contundencia.
Por primera vez, ya era hora, un expediente de la Consejería de Vivienda señala a los pisos turísticos como grandes causantes de la reducción de la oferta de alquiler y de la subida de precios (y no las ocupaciones ilegales ni las inquiocupaciones).
El problema es que llega demasiado tarde. Se ha perdido mucho tiempo.
En 2022 cuando ciudades como Cádiz o Sevilla se lanzaron a intentar limitar las viviendas turísticas a través de la ordenación urbanística, la respuesta de la Junta de Andalucía fue recurrir estas medidas por su desproporción o por no formar parte de sus competencias.
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Un año y medio después, la Junta anunció que pondría en marcha un decreto que daría la base legal a los ayuntamientos para intervenir. La norma, en febrero de 2024, sirvió para aumentar las exigencias a las viviendas turísticas y para establecer nuevos mecanismos de control pero nunca permitió tomar medidas contundentes.
Porque el problema era que este conflicto se abordaba desde una óptica turística. Y hace años que dejó de ser eso. Es un problema que se debe abordar desde la perspectiva de la vivienda. Como se ha hecho ahora.
Ahora, a principios de 2025, por vía de urgencia, la Junta de Andalucía ha tratado de corregir todo este camino y establecer un marco claro.
Pero el tiempo perdido no se puede recuperar. Las 141.000 viviendas turísticas ya están ahí. Ahora se trata de aprovechar el nuevo marco legal para evitar que sigan creciendo especialmente en las capitales más turísticas. Ya no caben excusas.
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La Ventana Andalucía (05/03/2025)
