Conciencia cívica y compás
La firma de Paco Lobatón en Hoy por Hoy Jerez
Jerez de la Frontera
CONCIENCIA CÍVICA Y COMPÁS
En el barrio de Santiago están cambiando muchas cosas y las más importantes tienen que ver con la convivencia. Así lo entienden los vecinos que se han agrupado en la Asociación Unidos por Santiago, de la que me precio en formar parte. Una de las iniciativas más celebradas de los últimos meses ha sido la de una versión amable de las señales de limitación de velocidad en las calles Merced, Muro y Taxdirt. EN SANTIAGO, CIRCULA A COMPÁS rezan esas señales de limitación a 20 Km ilustradas con un perfil de bailaora.
El impacto mediático fue inmediato y de un gran alcance. El vecino barrio de San Miguel solicitó contar también con ese tipo de señales. Pero dicho todo eso, la cruda realidad es que salvo los autobuses municipales, la mayoría de los vehículos- motos, coches o camiones de gran tonelaje- siguen circulando a velocidades que multiplican por dos o por tres la limitación a 20. Así que ahora hay que pedir al Ayuntamiento otras medidas: por ejemplo, radares con cámara y…multa a los infractores. La recaudación cubrirá pronto los costes. El área de movilidad, que respondió con encomiable celeridad a la idea de la disuasión amable, debe ahora hacer lo propio implementando la disuasión más contundente. Me gusta mucho la expresión calmado del tráfico, pero para hacerlo realidad sería pertinente que las calles de Santiago declaradas de prioridad peatonal se incluyeran en las zonas de bajas emisiones. Ser de extramuros no les libra del impacto de la contaminación atmosférica y acústica. Tan solo en la calle Merced el incremento de 20 a 50 km/ hora supone pasar de 60 a 80 decibelios, lo que supone a ciertas horas alterar el sueño de varios centenares de vecinos, aparte de hacer inaudible una conversación telefónica mientras se camina por la acera. Y todo, comprobado, para ganar apenas 30 segundos. Estoy convencido de que el comportamiento de los conductores cambiaría sustancialmente si tuvieran presentes estos datos, así que hay que conseguir que la información les llegue. Es otra vía para la disuasión amable: la de la responsabilidad informada. Santiago y todo Jerez merecen que su Ayuntamiento invierta en campañas de información creadoras de conciencia cívica. A compás, pero sin pausa.
Paco Lobatón