Cerrado por vacaciones y no clausurado por intoxicación
“Cerrado por vacaciones”, Taberna La Sacristía, el restaurante de Córdoba donde se originó la intoxicación bacteriana por el consumo de montaditos de pringá en mal estado ha colgado este cartel durante ocho días
Sevilla
“Cerrado por vacaciones”. Taberna La Sacristía, el restaurante de Córdoba donde se originó la intoxicación bacteriana por el consumo de montaditos de pringá en mal estado ha colgado este cartel durante ocho días mientras la consejera de Salud y Consumo de la Junta, Rocío Hernandez, sigue sin dar todas las explicaciones. Explicaciones sobre la sucesión de irregularidades e incumplimientos de los protocolos de actuación ante alertas alimentarias que se produjeron en este caso y las medidas que va a llevar a cabo para depurar responsabilidades. Entre esas irregularidades, el hecho de que los hospitales privados de San Juan de Dios y la Cruz Roja no reportaran a la autoridad sanitaria que estaban recibiendo afectados en sus Urgencias. O el de que pasaran cinco días desde que una afectada envió un correo electrónico a la Delegación de Salud alertando de lo ocurrido y se pasara por el bar un inspector para recoger muestras.
Un caso, recordemos, en el que una de las personas que consumió el producto contaminado falleció el pasado 6 de enero, aunque no se ha podido verificar si la toxi-infección alimentaria fue la causante.
La Guía Repsol acaba de expulsar a la Taberna La Sacristía, dos meses después de que sus responsables presumieran de haber sido reconocidos por la empresa con uno de sus soletes por su calidad gastronómica. Algo de lo que presumía entonces en televisión su gerente, Miguel Ángel Araujo, el hostelero al que las cámaras de Canal Sur pillaron bailando dentro de su establecimiento cuando todos los medios se hacían eco de la intoxicación y se estaba a la espera de confirmar que el origen había estado en sus montaditos de pringá.
Taberna La Sacristía, un negocio que la Junta de Andalucía no quiso clausurar de forma preventiva y cuyo nombre se negaron a mencionar no solo cuando tuvieron conocimiento de los casos de clientes intoxicados, dificultando que más afectados conociesen los hechos y pudiesen vincularlos al establecimiento. Ni siquiera lo mencionan en el comunicado de prensa donde confirman que su pringá tenía una alta concentración de bacterias. Fue FACUA la que tuvo que dar a conocer el nombre ante esta nueva irresponsabilidad de la autoridad sanitaria andaluza. También fuimos nosotros los que tuvimos que desvelar en su día que los alimentos con Listeria que provocaron cuatro muertes y seis abortos pertenecían a la marca La Mechá, cuyos responsables están todavía hoy a la espera de juicio.
Rubén Sánchez
Periodista y secretario general de Facua.