Seguridad alimentaria en la hostelería cordobesa

Córdoba

En los últimos días hemos escuchado noticias sobre una intoxicación alimentaria ocurrida en una taberna de nuestra ciudad. Antes de nada, queremos trasladar nuestra solidaridad a las personas afectadas, deseándoles una pronta recuperación. Dicho esto, es importante poner los hechos en perspectiva, porque esta situación, aunque desafortunada, no deja de ser una anomalía estadística en el excelente panorama de la hostelería cordobesa.

Hagamos números: según los datos, el consumo per cápita de alimentos fuera del hogar asciende a 10,37 kilos por persona y año. En una ciudad como Córdoba, con 775.000 habitantes, esto significa que se sirven 38.887.500 platos diferentes en un año. Si de todos esos platos, una sola incidencia afecta a 40 personas, estamos hablando de un porcentaje prácticamente insignificante en términos de seguridad alimentaria.

Por supuesto, cada caso es importante, y hay que aprender de los errores, pero no podemos olvidar que estos eventos son la excepción que confirma la regla: la hostelería española, y la cordobesa en particular, goza de un altísimo nivel de seguridad y calidad. La vigilancia sanitaria, los rigurosos protocolos de higiene y el compromiso de nuestros hosteleros son garantía de que podemos disfrutar de nuestra rica gastronomía con total confianza.

Por eso, mientras lamentamos este incidente y confiamos en que las autoridades esclarezcan lo ocurrido, debemos felicitarnos por vivir en un lugar donde este tipo de sucesos son extraordinariamente raros. Córdoba sigue siendo un referente gastronómico, y nuestra hostelería, una de las más seguras del mundo.

Que esto no nos distraiga de lo esencial: seguir disfrutando de nuestras tabernas y restaurantes, con la confianza de que la inmensa mayoría de los platos que se sirven lo hacen bajo los más altos estándares de calidad y cuidado.

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