Lo que de verdad importa

Jerez de la Frontera

LO QUE DE VERDAD IMPORTA

Dolores Barroso Vázquez

Martes 21 de enero de 2025, ¿de qué se habla hoy en la ciudad a la hora del desayuno?, ¿qué asuntos ocupan los titulares de las portadas de los informativos de los distintos medios de comunicación el día después de la toma de posesión de Trump? Miramos hacia afuera, nos afecta todo en esta aldea global, en este punto de la campiña del territorio más occidental al sur de Europa, puerto y puerta entre continentes, mares y océanos. Lugar soñado para el disfrute de España y Europa entera. Efectivamente de España y Europa entera. Pero si nos detenemos en nuestro aquí y ahora, hoy se sigue hablando de la necesidad de revisión y actualización de nuestras canalizaciones de agua, de la limpieza de la ciudad, de la sanidad, de nuestro aeropuerto y por supuesto de la vivienda, del acuciante problema de la vivienda.

A poco que paseen ustedes por cualquier rincón del centro histórico, incluidas aquellas calles por las que un elevado número de personas nacidas en Jerez jamás han paseado ni pasearán, se encontrarán con una actividad inusual de albañiles entrando y saliendo de auténticas joyas arquitectónicas a punto de desaparecer, de casas de vecinos con tanta antigüedad como las primeras y un valor patrimonial que ahora comenzamos a poner en valor. Tarde, muy tarde, porque ya no van a albergar a familias que críen a sus hijos, porque si leen los carteles que indican el adjudicatario o el promotor de la reforma, verán que están en manos de inversores foráneos, y su destino es evidentemente la explotación turística. No tengo nada en contra de los no nacidos en Jerez (forasteros nos llamaban a los veraneantes en Rota cuando yo era una niña) pero si todos los esfuerzos de desarrollo económico de esta ciudad los canalizamos en la industria turística, les aseguro que con este desorden, falta de planificación y carencia de estrategias, el beneficio económico no se notará en nuestra ciudad. Buscando un piso para alquilar en estos últimos meses, misión casi imposible, me resultaba más fácil encontrar refugio temporal en un portal de servicios inmobiliarios radicado en Inglaterra y Alemania. Sí, no se extrañen, por toda nuestra ciudad, desde la plata hasta la zona sur, se ofrece una pléyade de pisos turísticos como alojamiento vacacional o para periodos más prolongados. Pero lo que es más preocupante, al menos para mí, que contemplo preocupada como nuestros recursos se volatilizan: ofrecen “oportunidades” de inversión en el centro histórico, lo que explica esa inversión de capital extranjero en la adquisición de nuestro patrimonio arquitectónico residencial.

Mientras, ya es normal que solo puedas alquilar una habitación a precios elevados, como si a estas edades volvieras a ser una estudiante en una ciudad extraña. Y de manera simultánea se invita a la ciudadanía a plantear sugerencias que supuestamente servirán para implantar actuaciones en un futuro PGOU. No señores, eso no es democratizar la gestión pública, eso no es consensuar la acción de gobierno. Estoy a favor de que el político trabaje en la calle, esté en contacto con la ciudadanía. No todo van a ser fotos de inauguraciones o presentaciones donde, incluso como hoy, también aparezca la oposición porque hay que reivindicar protagonismo. Las fotos no nos importan a los ciudadanos. Lo que de verdad importa es que los colegios, universidades, centros de salud y hospitales tengan la dotación presupuestaria y de personal que necesita la ciudadanía. Que tengamos acceso a una vivienda digna y que nuestros jóvenes puedan ir creciendo en oportunidades a la par que crezcan en responsabilidades y obligaciones. Nos preocupa Trump, claro que sí, pero nos preocupa aún más de lo que hace y sobre todo de lo que no hace la administración local, la Junta de Andalucía y el gobierno central: trabajar unidos y distribuir los presupuestos en la atención de nuestras necesidades y progreso.

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