Ramos Marcos, Almería no te olvida

Almería

Me dijo Alfonso García Sánchez (q. e. p. d.) que subió a Primera División con el Almería y aquel partido en el Franco Navarro ante el Castellón le daba el último empujón. Me contaba el presidente del Almería todo lo que hizo Joaquín Ramos Marcos desde que pisaba suelo almeriense porque puso a un directivo a marcarlo al hombre para que nada le molestara. La ciudad estaba paralizada esperando aquel partido y todo sumaba o restaba para un presidente metódico. El colegiado lo tuvo tan fácil como se lo puso el Almería y su afición que se dedicaron a vivir una fiesta a la que el juez se sumaba pasando inadvertido. Está en los libros de fútbol y en la hemeroteca de LA VOZ de Almería como un árbitro amigo que luego volvería a pitar en Primera al equipo rojiblanco pero nada que ver con aquella tarde de junio cuando con el primer gol del partido llamó al delegado de campo porque "tenía la sensación de que se caía el Fondo Norte" le comentaba ya duchado a los dirigentes del Almería.

Joaquín Ramos Marcos se fue enamorado de Almería a la que volvió muchas veces pasando inadvertido. Aquella tarde de junio asistió a un partido sin precedentes para la historia de nuestro fútbol porque un equipo llegaba a Primera desde la Regional Preferente en tiempo récord. Aquel árbitro metódico mandó al delegado de campo a controlar a la gente antes del partido y cuando salió por el túnel de vestuarios y vio a la gente colgada en las torretas y encima de las vallas se fue para el delegado de campo que le dijo mirándole a los ojos: "Dame una solución y la pongo en práctica". Venía avisado el ambiente que se respiraba en toda una provincia y cuando empezaron a llegar los goles y el campo se puso a botar "estaba más pendiente de la grada que del partido", dijo en broma a un Alfonso García Sánchez que le dio las llaves de la ciudad.

Ascenso

Esa tarde no solo subía un equipo a Primera División. Lo hacía también un joven colegiado que dejaba jugar a los equipos y dialogaba con los futbolistas. Juan Rojas me decía de Ramos Marcos que lo llamó varias veces para que pidiera por megafonía que la gente no se pusiera de pie en los fondos a lo que Rojas respondía con: "Díselo tu". Ya duchado y esperando a que se fueran a sus casas los aficionados tenía un presentimiento el salmantino que al final se cumpliría. Era el último partido de la temporada y no había sido mala con grandes actuaciones. Estaba avisado de que podía subir a la élite y esa tarde sin saberlo se ganaba el billete. Me lo contaba Alfonso García Sánchez que se enteraba de ello en una reunión de la RFEF donde todo se cocía. Ha sido uno de los mejores colegiados y luego acabó su vida siendo muy mediático porque se le daba bien el micrófono.

Plan

La semana previa al Almería 3 Castellón 0 el club rojiblanco se puso a trabajar el partido antes, durante y después. Tiró de sus mejores hombres el mandatario virgitano y creo recordar que le tocó 'cuidar' del árbitro a Paco Góngora (q. e. p. d.) que era la mano derecha del presidente. Le recibió y lo llevó al hotel ofreciendo todo lo que Almería ofrecía aquel verano de 1979. Si salió del hotel y donde comió me lo reservo porque así me lo pidió don Paco pero lo mejor de todo es cuando llegó el tercero del Almería y salió corriendo al centro del campo porque "se caía el Fondo Norte", confesaba Joaquín Ramos Marcos a un Paco Góngora que no paró hasta que vio salir de la ciudad a un árbitro que como su Almería acabó aquella tarde en la Primera División porque era buen colegiado y buena gente a tenor de lo que contaron los dirigentes rojiblancos.

Almería nunca olvidará al árbitro que pitó el partido de nuestras vidas.

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