Balance 2024: Pacifismo o barbarie

Empieza un nuevo año y es el momento de hacer balance del que acaba de finalizar. Se pueden hacer balances desde muchas perspectivas, pero creo que es necesario alzar la voz denunciando los relatos institucionales defendiendo el militarismo y promoviendo sutilmente o de forma descarada la creación de un clima prebélico que permita el incremento del gasto militar y evite o ahogue las protestas cívicas.

La creación de este clima no es algo casual, no es una suma de coincidencias, es una estrategia diseñada para que siga calando entre el electorado, entre los súbditos de la corona, vamos, la necesidad de incrementar el gasto militar.

No en vano, este año que termina hemos escuchado en marzo a la ministra de Defensa hablar de la posibilidad de un conflicto bélico. En el mes de abril se pronunciaba en el mismo sentido Josep Borrell desde Bruselas. Después dejó caer esa idea Ursula Von der Leyen y luego el jefe de la OTAN, Rutter se pronunciaba pidiendo que asumamos una mentalidad de guerra. El presidente francés por su parte se sumaba a los apologetas de la guerra proponiendo enviar tropas a Ucrania y finalmente se alzan voces en todo el continente abogando por el retorno del servicio militar obligatorio.

Y, mientras tanto, Europa mira hacia otro lado y evita la más mínima crítica hacia el socio sionista a pesar de que instituciones internacionales y organizaciones no gubernamentales acusan a Israel de estar cometiendo un auténtico genocidio contra el pueblo palestino.