Agrupación Musical Santa María Magdalena.
El comentario de Rafael Martín.
El comentario de Rafael Martín.
20:08
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Arahal.
Hoy, parte fundamental de nuestra historia local: los 60 años de trayectoria de la Agrupación Musical Santa María Magdalena, un verdadero símbolo cultural de Arahal.
Esta agrupación, que ha influido profundamente en la vida de nuestra comunidad, ha sido propuesta por el Excmo. Ayuntamiento de Arahal para la concesión de la Bandera de Andalucía. Este reconocimiento, aprobado por unanimidad el pasado 5 de diciembre, en el seno del pleno municipal, destaca no solo su aportación al desarrollo musical y cultural, sino también su contribución a los valores de sociabilidad, tolerancia, empatía y trabajo en equipo. Durante seis décadas, la agrupación ha inspirado y guiado a miles de jóvenes, sembrando valores fundamentales que han fortalecido nuestra identidad colectiva.
La propuesta cuenta con el apoyo de todo el pueblo de Arahal, así como de numerosas bandas, organizaciones y personalidades de toda Andalucía. Desde esta plataforma, como cronista y vecino, quiero expresar también mi más sincero y profundo respaldo a esta iniciativa, reconociendo la importancia y el legado de esta agrupación ejemplar.
¡Gracias por acompañarnos y por ser parte de esta celebración del espíritu de nuestra comunidad.
Nos situamos en los años 60, una década marcada por el despertar de España tras la posguerra y la autarquía. Este período supuso una auténtica transformación: la economía empezó a despegar, el sector agrario incorporó avances tecnológicos, y nacieron empresas agroalimentarias que generaron empleo, especialmente entre las mujeres. Arahal crecía y prosperaba, alcanzando los 17.361 habitantes en 1960.
Fue precisamente en este contexto de cambio y desarrollo cuando surgió una organización que impactaría profundamente en la juventud arahalense: la OJE (Organización Juvenil Española). Fundada en Arahal en 1963 bajo la dirección de Don Antonio Belizón, jefe de la Policía Municipal. La OJE ofrecía una plataforma única para la educación no formal de niños y jóvenes, promoviendo valores como el servicio, la amistad y la responsabilidad.
Con su inspirador lema "Vale Quien Sirve", la OJE se convirtió en mucho más que una organización juvenil en Arahal: fue un auténtico punto de encuentro para más de 100 jóvenes que soñábamos, aprendíamos y compartíamos valores fundamentales como la amistad, la responsabilidad y el servicio a los demás.
En su sede, la emblemática casa de la Falange en la calle Corredera nº 2 (donde hoy se encuentra el Pasaje Ramiro Lindado), las jornadas estaban llenas de vida. Los jóvenes nos entregábamos a actividades deportivas que iban desde el ping-pong hasta el ajedrez o el baloncesto, como cultuales. Pero, sin duda, una de las iniciativas más destacadas fue la creación de una banda de cornetas y tambores, un proyecto que no solo marcó el inicio de la hoy reconocida Agrupación Musical Santa María Magdalena, sino que también dejó una huella imborrable en muchas generaciones.
El artífice de este sueño fue D. Manuel Rodríguez Ruiz, un hombre apasionado por la música y con una sólida formación adquirida en la banda del colegio Salesianos de Cádiz. D. Manuel no solo enseñó notas y compases, sino que transmitió a los jóvenes de Arahal una visión: la de que con esfuerzo, ilusión y compromiso, cualquier objetivo, por difícil que parezca, puede hacerse realidad. El permaneció al frente de todo este sueño musical durante cincuenta años de forma ininterrumpida, desde ese año de 1963 hasta su muerte en el 2013.
Bajo su dirección, aquella pequeña banda inicial se transformó en una fuente de orgullo para el pueblo. La música no solo unió a los jóvenes, sino que también se convirtió en un vehículo para expresar emociones, celebrar tradiciones, potenciar los valores y fortalecer la identidad de Arahal.
Hoy, cuando recordamos esos primeros pasos, no solo celebramos el sesenta aniversario de una agrupación musical de renombre, sino también el espíritu de comunidad y dedicación que la vio nacer. Porque, como nos enseñó D. Manuel, los sueños compartidos tienen la capacidad de trascender generaciones. A este sueño se unieron también dos grandes músicos arahalenses de enorme experiencia, que colaboraron estrechamente con Manuel , fueron Don Luis Alfonso Godino García y Don José Segura Medina.
Los primeros años de esta actividad musical fueron realmente complicados. Todo era nuevo para los que, con entusiasmo y voluntariedad, nos unimos al proyecto. Las largas horas de ensayo y el esfuerzo para conseguir instrumentos marcaron aquella época, logrados gracias a la colaboración de numerosas entidades, especialmente las Hermandades de Arahal. Estas últimas, además, encontraban en esta banda una solución a uno de sus mayores problemas anuales: la contratación de bandas para los actos. Los instrumentos musicales llegaron en noviembre de 1965, aunque casi con un año de antelación se habían iniciado todas las gestiones. Tras recibir los instrumentos musicalesinmediatamente comenzaron los ensayos.
El debut de la banda de la OJE ocurrió el día 19 de febrero de 1966. El evento coincidió con la inauguración de la Asociación de las Cabezas de familias por parte del entonces Gobernador Civil, D. José Utrera Molina, al que acompañó el alcalde de Arahal, D. Ramón González.
La banda salió desde su sede, formando en la puerta, y comenzando su recorrido a paso ligero hacia el Ayuntamiento. Allí, un grupo de niños y adolescentes esperaba con emoción y nerviosismo, liderado por un inquieto D. Manuel Rodríguez Ruiz, quien no solo afrontaba el estreno de su banda, sino también la presencia del Gobernador Civil.
La confusión surgió cuando varios coches negros comenzaron a llegar por la calle. Creyendo que en uno de ellos venía el Gobernador, la banda interpretó hasta tres veces la marcha de infantes, reservada especialmente para su entrada. Este pequeño incidente añadió un toque anecdótico a aquel día tan significativo, que marcó el inicio de una historia musical llena de esfuerzo y dedicación.
Fue en el año 1966 cuando la banda de cornetas y tambores de la OJE de Arahal comenzó a acompañar, durante la Semana Santa, a los pasos procesionales de Arahal, completando con actuaciones en otros pueblos tanto en ese año como en los siguientes, en ese año se acompañó en Arahal a las hermandades de la Misericordia y la Esperanza y fuera, en Marchena, a la borriquita el Domingo de Ramos y en Morón, al Cristo del Calvario, el lunes Santo; en 1967 se amplió el número de actuaciones musicales, ya que se acompañó a todas las Hermandades de Arahal y fuera, en Puebla de Cazalla, el domingo de Ramos a la borriquita y en Paradas, a Nuestro Señor Cautivo, en la tarde del Jueves Santo. Esos fueron los inicios de esta banda que continuó durante bastantes años como banda de la OJE.
La firma de los contratos reportó cierta cantidad de dinero que se destinaba, por una parte para la compra de instrumentos y la otra se repartía entre los integrantes de la banda. Se cobraba según el instrumento que tocaba y la responsabilidad. Por procesión, los cornetas cobraban once duros ( 55 ptas) , los tambores mayores nueve duros ( 45 ptas), los menores ocho duros ( 40 ptas) y el cabo de tambor diez duros por ( 50 ptas). Era una nueva inyección de moral encontrarse con ese dinerillo al final de la semana santa, porque se cobraba al término de la misma.
Esta banda continuó su actividad hasta 1971, adquiriendo en estos años precedentes un sello propio e integrando en ciertos períodos otros instrumentos musicales, como la gaita, pero a partir de esa fecha la OJE decidió abandonar la práctica musical. Ante la dificultad de la Hermandad de la Esperanza para encontrar una banda que la acompañara, su Hermano Mayor solicitó a los antiguos integrantes de la banda de la OJE que participaran en su estación penitencial. Así, durante dos años, estos músicos acompañaron al Cristo de la Esperanza bajo el nombre de la Hermandad.
En 1973, el director D. Manuel Rodríguez Ruiz asumió el desafío de crear una nueva banda, esta vez como agrupación musical, a la que se bautizó como Agrupación Musical Santa María Magdalena en honor a la patrona de Arahal. Desde entonces, esta agrupación no solo ha mantenido vivo su legado, sino que ha llevado el nombre de Arahal por toda Andalucía y España.
Bajo la dirección de D. Manuel Rodríguez Ruiz, la agrupación desarrolló un estilo musical propio que marcó una era. Un estilo al que se incorporaron trompetas, trombones y bombardinos, al estilo de las marchas de la Guardia Civil de Eritaña para diferenciarlos de las bandas de cornetas y tambores. Desde finales de los años 70 hasta principios de los 90, experimentó un gran auge con un repertorio de marchas innovadoras, muchas de ellas compuestas por el propio director. Su primera obra, Salud de San Bernardo, fue el inicio de un vasto legado discográfico. Son más de cien composiciones a lo largo de sus cuarenta años de autoría del Director. A esta le siguieron marchas inolvidables dedicadas a Hermandades:
• Cristo de San Julián, para la Hermandad de la Hiniesta.
• Alma de Dios
• Jesús al pueblo dedicada a la Hermandad de San Benito.
• Dolores y Misericordia y el Himno al Cristo de la Misericordia, ambas dedicadas
a la Hermandad de la Santa Caridad y Misericordia de Arahal.
• Virgen de las Angustias y Cristo de la Esperanza, en honor a la titular de la Hermandad de la Esperanza de Arahal.
• La Piedad, obra dedicada a la Hermandad de la Vera-Cruz
Estas composiciones, del maestro Rodríguez Ruiz, han dejado una huella profunda en la música cofrade, llenando de emoción y arte cada compás.El éxito de esta Agrupación Musical alcanzó tal magnitud que resultaba complicado contratarla para todos los días de la Semana Santa, debido a su participación habitual en las procesiones de Sevilla. Su primera actuación en la capital hispalense fue en 1976, con la Hermandad de San Benito, aunque el primer contrato oficial se firmó ese mismo año con la Hermandad del Buen Fin.
Sin embargo, en 1980, una serie de problemas internos llevó a una división, escindiéndose la Agrupación y dando origen a la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Victoria, bajo la dirección de Luis Alfonso Godino. A pesar de esta separación, la Agrupación Santa María Magdalena vivió una década de esplendor durante los años 80, destacándose no solo por acompañar a numerosas hermandades durante la Semana Santa, sino también por ofrecer conciertos por toda España. Fueron momentos imborrables los vividos en ese período durante la Semana mayor de Sevilla. ¿Quién no recuerda el paso de San Benito por la Alfalfa, donde se congregaba gran cantidad de personas de Arahal para escucharla o la salida de San Bernardo o su paso por el puente o esa marcha del Cristo de San Julián a la salida de la Hiniesta? Su popularidad fue tan grande que en 1991 participó en un programa televisivo de alta audiencia.
Con la llegada de los años 90, la Agrupación comenzó a perder contratos en Sevilla, desplazada por el auge de las bandas de cornetas y tambores tras los pasos de Cristo. A partir de 1994, limitó su participación a la Hermandad de San Julián, acompañando al Cristo de la Hiniesta. Esta colaboración se ha mantenido durante más de treinta años, consolidando así medio siglo de presencia ininterrumpida en la Semana Santa sevillana.
Aunque su participación en Sevilla se redujo, la Agrupación amplió su alcance a otros pueblos y ciudades andaluzas, manteniendo vivo su estilo original. Desde 1988, acompaña ininterrumpidamente a la Hermandad de la Misericordia de Arahal cada Jueves Santo, sumando más de treinta y seis años de devoción musical tras el Señor de Arahal.
Además, ha sido parte esencial de las procesiones de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Santo Cristo de la Esperanza, dejando una huella imborrable en la tradición cofrade. Así como su disposición siempre para colaborar desde los primeros momentos de la rehabilitación de la procesión del Corpus en Arahal o su casi ininterrumpida participación con la procesión de San Antonio.
El verdadero legado de esta agrupación trasciende el éxito musical. A lo largo de su admirable trayectoria, ha forjado un impacto profundo en la comunidad de Arahal al inculcar no solo talento musical, sino también valores esenciales que enriquecen la vidade sus integrantes. Este año, con cerca de 300 personas participando en sus distintas formaciones, desde la banda grande hasta la banda juvenil y de veteranos, es evidente cómo su influencia sigue creciendo. Han sido miles los ciudadanos arahalenses que bienbajo la dirección de Manuel Rodríguez Ruiz o desde el año 2013 de su hijo David Rodríguez, contando en otros momentos con la dirección musical de Germán González, han recogido ese fruto tan extraordinaria de la música, impactando profundamente en la formación de los jóvenes e inculcando valores esenciales para su desarrollo personal y social.
Esta Agrupación ha sido, y continúa siendo, un pilar fundamental en la vida de los jóvenes de Arahal. Más allá de su destacada contribución al patrimonio musical, ha representado una verdadera escuela de valores, donde cada generación ha encontrado un espacio para crecer personal y colectivamente. Con dedicación, disciplina y pasión, los jóvenes aprenden no solo el arte de la música, sino también la importancia del esfuerzo, la unión y el respeto por las tradiciones. El legado de esta institución no se mide únicamente en notas y melodías, sino en las vidas transformadas y en la comunidad enriquecida por su influencia. Gracias a ella, muchos han descubierto su vocación, han fortalecido su carácter y han forjado amistades que perdurarán para siempre. Es, sin duda, un símbolo de orgullo para Arahal y un ejemplo inspirador de cómo la cultura puede moldear un futuro mejor.
Muchas gracias por vuestra extraordinaria labor social y cultural y que ojalá se vea recompensada y reconocida con ese premio de tanta importancia y de tanto valor para cualquier andaluz, como es el de la concesión de la bandera de Andalucía.