‘Grupo Rolex’, la unidad pionera de la Policía en la Costa del Sol que lucha contra el robo de relojes de lujo: 60 detenidos en un año

Málaga

Tironeros, rapiñadores o ladrones del lujo son algunos de los calificativos que se usan para nombrar a los delincuentes que se dedican al robo de relojes de alta gama. Un tipo de asalto muy lucrativo ya que marcas como Rólex, Richard Mille o Patek Philippe están muy cotizadas en el mercado negro porque sus ediciones son limitadas y se fabrican pocas piezas. La Policía Nacional, por su parte, asegura que este tipo de delincuencia siempre se ha producido, aunque reconoce que ahora se investiga de manera más especializada lo que puede dar lugar a pensar que ha aumentado el número de casos.

En España hay solo dos unidades de policía especializas en este tipo de asaltos, una está en Madrid y la otra en Marbella. Esta última fue pionera y empezó a funcionar en 2021. Ahora la componen nueve agentes conocidos como el ‘Grupo Rolex’. El año pasado realizaron unas 150 investigaciones y llevaron a cabo 60 arrestos solo en esta ciudad malagueña. Y es que en Marbella hay muchas posibilidades de poder robar un reloj caro ya que, después de Madrid y Barcelona, es la ciudad de España donde más artículos de lujo se venden, según los investigadores.

Parte del ‘Grupo Rolex’ ha pasado por el programa ‘Hoy por Hoy' Málaga para detallar cómo funcionan estas bandas y de dónde proceden. Ya se puede escuchar la entrevista al completo en la parte superior de esta información.

¿Cómo funcionan las bandas?

Las bandas que se dedican al robo de relojes proceden principalmente de Europa del Este, Italia y países del Magreb, están bien organizadas y coordinadas, aunque también las hay menos profesionales según explica Marta García, inspectora jefa del grupo que se dedica en Marbella al robo de relojes de alta gama.

“Son delincuentes que tienen una habilidad espectacular para identificar a simple vista un reloj de alta gama. Gran parte de las víctimas son extranjeros que están de visita y personas mayores” asegura. Los tironeros buscan a sus objetivos entre la clientela de lujosos restaurantes, discotecas de modas y tiendas de alto standing. Suelen marcar a sus víctimas y las asaltan cuando están distraídas. El modus operandi varía según la banda, pero el más extendido es el de "hurto amoroso", que consiste en acercarse a personas con alto poder adquisitivo y avanzada edad que se encuentran solas, fingiendo vender flores, leer la mano o cualquier otra excusa para apropiarse al descuido de sus relojes. Aunque si estos se percatan de la artimaña y se resisten, los delincuentes no dudan en emplear la violencia para apoderarse del botín ´llegando a causarles lesiones de diversa consideración´, según relatan los agentes que luchan contra este tipo de robos en Marbella.

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La movilidad geográfica es otra de las señas de identidad de estos grupos de ladrones ya que son capaces de recorrer de punta a punta el país en poco tiempo para salir del radar de la policía. “Están bien organizados y tienen una estructura con mucha gente trabajando donde todos cumplen una función”, explican los agentes, que piden que se endurezcan las penas en este tipo de delitos para que no de la sensación de impunidad.

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El mercado negro de los relojes de alta gama

El reloj de lujo es un bien muy preciado para las bandas criminales. Se paga a altos precios y hay mucho mercado para la segunda mano, donde nadie pregunta si la mercancía es robada. Rolex, Richard Mille, Audemars Piguet, Patek Philippe, Breguet, Breitling, Omegas o Cartier son las marcas más buscadas por los delincuentes porque son las que más salida tienen en el mercado negro, ya que a veces es casi imposible adquirir uno legalmente porque son piezas limitadas.

Los relojeros y joyeros coinciden en que la alta demanda y la baja oferta de estos complementos de lujo influyen en el precio de estos relojes en el mercado de segunda mano. Las largas listas de espera en joyerías empujan a muchos clientes a comprar estas piezas fuera del curso legal, donde en la reventa los precios pueden dispararse, según comenta Miguel Gómez y Molina, dedicado desde hace más de 40 años a la venta de alta relojería en Marbella. En definitiva, un terreno abonado para los delincuentes que encuentran en el robo de estos relojes una suculenta recompensa y en caso de ser cazados poca pena de cárcel.