Mujeres de la prisión de Málaga escapan gracias al teatro: "Cuando interpreto me siento libre"

Viernes, once de la mañana. Todo preparado en el salón de actos. Hay nervios entre las protagonistas -todas mujeres- de un cortometraje que se va proyectar, en cuestión de instantes, ante cerca de 150 personas. Las autoridades, e incluso los medios de comunicación, han sido citados para asistir a la puesta de largo de «Ladrillo». Se trata de un documental de 23 minutos de duración que recoge horas de rodaje captadas por la artista audiovisual Marta Porto por encargo de la iniciativa Territorio Expansivo y que busca integrar al mayor número de ciudadanos en la cultura. Las protagonistas de esta cinta, y el público que hoy lo visiona en su estreno, tienen algo en común: están presos en la cárcel. Un total de 91 mujeres están encarceladas en la prisión Málaga 1, la conocida como cárcel de Alhaurín de la Torre. Son 91 mujeres en un módulo de una población reclusa total que supera el millar de personas en la actualidad. El día a día de estas internas obliga a adaptarse a las circunstancias entre muros, sin libertad, frecuentes controles, recuentos, amistades de patio, caladas al cigarro -quien fume- en las zonas permitidas, y por fin, las actividades y los talleres para que las horas del reloj -hasta cumplir condena- vayan transcurriendo del modo más rápido. Todo ello sin dejar de pensar en lo que tienen fuera y les espera: hijos, marido, padres, hermanos y amigos. Con todo, abrazarse en el patio, tras varios días sin verse, es sentir que alguien se acuerda de ti con cariño en el interior de esta cárcel. En este contexto surge una iniciativa que ha sido clave para intentar unir la convivencia en las celdas con algo tan cotidiano para cualquier ciudadano como es la cultura, en concreto, el teatro. Territorio Expansivo se ha encargado de desarrollar en la cárcel malagueña un corto documental titulado «Ladrillo» bajo el concepto de «Territorio Incandescente». Una experiencia atravesada por el proceso de creación escénica entre la artista Alessandra García y un grupo de usuarias del centro penitenciario con la mirada de la artistas audiovisual Marta Porto que ha sido la encargada de rodar muchas horas de vídeo con su cámara para luego exprimir la esencia de las imágenes captadas. «Hemos llorado, hemos disfrutado. Hemos sentido que estábamos, de verdad, fuera de la cárcel», así describe una de las protagonistas del documental su experiencia. Su naturalidad a la hora de hablar y expresarse lo dice todo. Relata lo vivido en estas últimas semanas como un sorbo de libertad que casi podría comparar con ser la mejor experiencia que ha descubierto entre sos muros. «Me olvido muchas veces de que estoy aquí y que soy una delincuente; que ha hecho algo malo. »Para mí es un orgullo sentirme normal, adaptados a la sociedad. Nos aceptan tal como somos, nos ayudan gracias a Dios, relata otra de las integrantes del equipo de actrices. «Mi experiencia ha sido la de acordarme de todas nosotras que estamos presas. Esto nos permite darnos a conocer y que la gente pueda ver cómo somos cada una de nosotras; lo que tenemos dentro. Hemos intentado dar todo lo que tenemos, actuar como personas que somos. Yo he sido la más bailarina porque me gusta bailar, tengo mucho arte y disfruto con él, lo llevo en la sangre como buena malagueña», cuenta la mayor de las mujeres que durante la puesta de largo del cortometraje vive otro momento dulce: su marido -también en prisión- es uno de los 150 asistentes del público para su estreno esta mañana. Ella ha podido hoy besar al hombre con el que lleva compartiendo media vida, incluso entre rejas. Territorio Expansivo es un proyecto netamente malagueño de mediación y formación en las artes escénicas que une gestión, comunicación, difusión y creación de público para Málaga y que impulsan las artistas Asun Ayllón (actriz) y Vanessa López (bailarina y coreógrafa). La idea persigue llevar el hecho escénico más allá de la representación frente al público y dejar una huella en la realidad de las comunidades y artistas locales. La iniciativa nació como una necesidad de dar valor a la creación escénica más allá de la representación en sala y, por otro parte, cree en nuevas formas de generar interés y motivación en el público. Desde 2017 trabajan en la mediación de las artes escénicas con un elemento clave: el teatro como herramienta de transformación social. La Diputación Provincial de Málaga, por medio de Culturama -la plataforma de la institución para la difusión de la cultura en esta provincia- ha respaldado, desde el primer minuto, esta iniciativa. Las propias artistas y creadoras, Ayllón y López, han explicado en la SER como han sido estos casi tres meses de trabajo intenso donde han participado 17 personas. «Trabajamos con artistas, que es otra cosa que llevamos por bandera, que siempre intentamos entablar conexiones entre el teatro, el territorio, es decir, la ciudadanía y artistas, tanto de Málaga como de fuera de la provincia. De lo que se trata es de generar nuevos y más diversos públicos; que el teatro llegue a toda la ciudadanía. Para ello creamos acciones a través de, no tanto de talleres, sino de experiencias. Este último proyecto lo hemos llamado Territorio incandescente y aquí el objetivo era acercar al teatro a personas que claramente no podían llegar al teatro al estar en prisión», explica Ayllón. «Hemos sentido la necesidad de señalar que esta realidad -la de las prisiones- también existe y forma parte del territorio, aunque no estén en libertad. Las personas que están en esta cárcel forman parte de este territorio malagueño. El teatro tiene que verlos y mirarlos. Este era nuestro objetivo principal. Que ellas se sientan que forman parte también de una experiencia que es la de las artes escénicas. Y nos llevamos mucho aprendizaje, todas. Hemos tenido que improvisar mucho por las circunstancias que nos hemos encontrado. En este documental, titulado Ladrillo, han participado personas de los territorios expansivos como las mediadoras y hemos contado con una actriz malagueña que es Alessandra García que ha formado parte del trabajo que ha hecho con ellas, con un espectáculo aquí que es Mujer en cinta de correr sobre fondo negro que tiene un premio Max, y que ha podido disfrutar mucha gente en España», según López. «Hay que destacar el esfuerzo de Marta Porto, una artista audiovisual, que en todo momento nos ha acompañado con su cámara; con su mirada discreta, generosa, muy respetuosa; y le hemos pedido que realizara un documental creativo. El resultado lo definía ella muy bien diciendo que quería hacerle un homenaje a ellas -las mujeres internas-. Marta tenía muchas horas de grabación, se ha tenido que dejar muchas cosas fuera, pero su objetivo -nos contaba- era que las mujeres se vieran guapas», ha recalcado Ayllón. Sus declaraciones, minutos ante de la proyección en la cárcel, se pueden escuchar al completo a continuación, justo debajo de este texto. «Espectacular. Ha llenado todas nuestras expectativas. Pudimos ser nosotras mismas y nos ha sacado un poco de lo que es estar aquí, en prisión. Cada una teníamos que ser nosotras mismas; nos ponían un tema y logramos desarrollarlo y sacarlo adelante. Es muy recomendado. Leíamos un texto y debíamos ser nosotras mismas, pero ha sido maravilloso», describe otra de las mujeres participantes en el corto. «Todo el equipo nos hacía sentir muy cómodas, muy tranquilas; se nos quitaba la vergüenza, porque al principio esto da mucho corte pero luego sacábamos lo que teníamos en nuestro interior, lo que nosotros vivimos. Me he sentido como yo misma, como si estuviera fuera de aquí, en la calle. No pensaba que estaba en la cárcel», recalca emocionada con lágrimas en los ojos. «Es algo diferente de lo que hacemos todos los días. No estoy en la celda. Te apuntas a todo tipo de proyectos y a mí me gusta experimentar cosas nuevas. La gente está fuera, no sabe cómo es vivir en una cárcel. Aunque te cueste trabajo olvidar lo que hay fuera. Hay unas normas y hay que seguirlas, sacar fuerza de donde no las haya porque nos ha tocado vivir esto y esto es lo que hay hasta el día que salgamos. La verdad que te cuesta mucho trabajo tirar para adelante el día a día, pero se tira y se puede», confiesa otra de las internas. «Todos los días se piensa en cuando vas a salir, incluso cuando duermes. Aquí dentro lo que más se trabaja es la mente, por eso hay que buscar siempre actividades y cosas en lo que te entretengas. Para no pensar demasiado, si no se te hace la cabeza un lío». «Si estamos en el chabolo -así llaman a la celda- ya estamos encerradas. Hay personas que tienen tele, otras que no la tienen. Al final te encierras en ti misma y ya son los pensamientos de fuera: los niños, la familia, y lo puedes llegar a pasar muy mal. El día a día es esperar hasta que salgamos en libertad. Yo tengo una condena de cinco años. En marzo pasaría por la Junta de Tratamiento. Si tienes buen comportamiento te puedes apuntar a las actividades, eres positiva y al final todo llega», cuenta esta mujer que no deja de sonreír. «Yo tengo una condena de tres años y tres meses. En febrero cumpliré veinte meses en la cárcel; si Dios quiere que esté aquí será por algo malo que me quitará de la calle; siempre hay un porqué. Cuando uno salga, pues diremos que hasta aquí. No me preocupo por mí, sino por lo que te dejas fuera, que son los que más sufren. Estar aquí encerrada tampoco es para tanto. Es más como tú lo lleves. Si lo llevas bien, todo te irá bien», insiste otra de las presas, un mensaje en el que prácticamente coinciden todas. «Nosotros tenemos el honor de estar en una Unidad Terapéutica (UTE) y ahí creo que es un poquito más fácil para escapar de dentro de la cárcel porque tenemos diversas actividades: escuela, música, gimnasio, marquetería, manualidades; podemos hacer varias cosas,.. y eso te ayuda a echar de menos a la familia, los amigos, la comida del exterior», una afirmación sobre la gastronomía que provoca risas entre las participantes. «La UTE nos proporciona un poco de realidad, de pensar bien las terapias que nos hacen, reflexionar en lo que nos ha traído hasta aquí e intentar tener un futuro mejor a partir de ahora. Creo que todas las cárceles deberían tener una UTE porque eso nos facilita la reinserción a la sociedad». «Y quería añadir, sobre Territorio Expansivo, que nos ha enseñado mucho, pero sobre todo nos ha dado tanta felicidad y alegría, además de una lección muy grande de humildad», recalca esta mujer que fue condena a tres años y medio de prisión. El director de la prisión provincial de Málaga, Jaime Lozano, asegura que experiencias de esta categoría «son muy positivas para la población reclusa porque les permite salir del ambiente habitual. Su día a día aquí es muy monótono y duro. Poder hacer teatro, participar en un documental, pasar horas juntas preparando todo el trabajo hace que los días pasen más rápido y que puedan olvidar, por unas horas, la preocupaciones de lo que hay fuera. Ellas están muy agradecidas y nosotros valoramos que disfruten de esta actividad por la que apostamos firmemente». Sus declaraciones se pueden escuchar a continuación en la entrevista concedida a SER Málaga minutos antes del estreno del cortometraje. «Hay que animar a todas las personas, a todas las mujeres, para que tengan contacto con el teatro. No sé si fuera alguna se siente como nosotros, porque hay veces que fuera de la cárcel también te sientes presa. Hay mujeres que fuera tienen problemas, sin necesidad de estar aquí encerradas e igualmente están presas. Pero el teatro te hace sentirte libre y yo animaría a todas las que se sientan presas que toquen el teatro. Te va dar mucho arte», concluye esta interna que termina abrazada al resto de compañeras con las que comparte cartel en «Ladrillo». Las declaraciones a la SER de todas las actrices se pueden escuchar, al completo, en la parte superior de este reportaje. La primera proyección del documental -fuera de la cárcel malagueña- tuvo lugar el pasado tres de diciembre en el Centro Cultural María Victoria Atencia, en calle Ollerías, dependiente de la Diputación Provincial de Málaga. Algunos de los familiares de las internas que participaron en el corto asistieron como público. Tras su visionado tuvo lugar un amplio debate. En el caso de la prisión provincial Málaga 1, tras su emisión en el salón de actos el pasado jueves cinco de diciembre, el público aplaudió y reconoció el papel de las mujeres participantes. «Nos gustaría que este tipo de iniciativas se pudieran repetir, pero contar también con nosotros, los hombres... hacer un documental mixto», exclamó un interno en la sala lo que provocó risas generalizadas entre el público. El compromiso de Territorio Expansivos es poder seguir trabajando en esta linea y, en un futuro, poder volver a rodar entre estos muros. De momento, el primer proyecto ya es una realidad: «Ladrillo» y pronto se podrá ver al completo en diferentes canales. Para tener toda la información y estar pendiente es recomendable seguir a Territorio Expansivo en las redes sociales (pulsar sobre el enlace sobre estas letras).

Mujeres de la prisión de Málaga escapan gracias al teatro: "Cuando interpreto me siento libre"

Jesús Sánchez Orellana

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