Jóvenes de saldo

Córdoba

Hace unos días se publicó la noticia de un informe en torno a la propuesta del anteproyecto de ley orgánica para la protección de menores en entornos digitales, solicitado con el fin de constituir en un futuro próximo una Ley de Entornos Digitales Seguros.

Este informe de expertos es clarísimo: recomienda evitar las pantallas hasta los seis años, y aconseja el uso del teléfono sin conexión a internet entre los doce y los dieciséis. En Australia parece que se prohíben los móviles hasta esta edad y, personalmente, no tengo la menor duda de que el uso de estos aparatos en niños o adolescentes recorrerá un tratamiento paralelo al que sufrió el tabaco en su momento. ¿Han escuchado historias de esa época en la que a los chicos les dejaban fumar en cuanto se les consideraba ‘hombrecitos?

Cualquier docente en instituto y universidad conoce, sin ser experto en el tema, el destrozo mental y emocional que provocan estos aparatos. El deterioro del equilibrio de los jóvenes es casi epidémico, han sido ‘Conejillos de Indias’ para un sistema salvaje que amortiza constantemente su atención, su tiempo y su salud. No es que se desconecten de quienes les rodean, es que desconectan de ellos mismos en una edad muy delicada.

Creo que todos deberíamos perder la poca inocencia que nos queda al respecto y ser más agresivos ante la idea de que la vida de nuestros jóvenes esté gobernada, la mayoría de las horas, por empresarios como Elon Musk o Mark Zuckerberg.

A estos sí que habría que hacerles un ghosting… como poco.

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